Me encuentro en la biblioteca, explicándole al estúpido otra vez las fórmulas que él no entiende. Estoy harta de explicarle cosas que al final no va a entender.
— Me rindo, nunca lo entenderás, ya tenemos tres semanas en la escuela y no eres capaz de entender los ejercicios de la primera semana, ¿qué diablos harás para el examen?.—me queje.
— Oh! vamos, no puedes rendirte ahora, tengo partido y necesito aprenderme varias jugadas.—entonces se me ocurrió.
— ¡Eso! Aprenderás matemáticas como las jugadas de Lacrosse. Sabía que ver tanto Disney Channel con mi hermana algún día funcionaria.—dije mientras pasaba pag a mi cuaderno.
Hoy era uno de esos días donde no quería ir a la escuela, no me sentía bien, las voces en mi cabeza no se callaban, debía fingir que todo estaba bien. Estábamos terminando de desayunar cuando mamá me habló.— Linda ya encontró tu nuevo psiquiatra, si quieres voy contigo.—estaba recogiendo la mesa, hoy ella está libre.— No hace falta mamá, ya estoy acostumbrada a esto, no tienen que pausar su vida por mí.—jugaba con las migajas de pan que estaba en mi plato—Chicos nos dejan un segundo a solas con su hermana.—Papá miró a mis hermanos todos se pararon de la mesa. Estábamos en el hospital. Todos, incluyendo Pirim. Alice no paraba de llorar, ahora que ya estaba consciente entendía la gravedad del problema; me iba a suicidar delante de mi hermana, eso la habría destrozado.Un señor mayor rubio canoso con ojos azules llegó con Linda.— Él es el doctor Slucher, tu nuevo psiquiatra. —Dijo Linda.Miré al doctor, se me hizo familiar.— ¡Hola! Verena es tu nombre, ¿no?.—estaba viendo mi récord.Capítulo 10
Después de mi larga charla con Pirim fui al hotel, me tocaba trabajar, en la recepción estaba haciendo la tarea, después fui a la oficina de papá, antes de que empezara mi me faltaban unos minutos antes de que empezara mi turno, como por el momento no me podía quedar sola en casa hasta nuevo aviso o mi psiquiatra lo decidiera o debía estar siempre acompañada de alguien preferí ir al hotel que al hospital, me tumbe en el sofá que había en la oficina a pensar un poco en el desastre de mi vida y todo lo que Pirim me había contado. La puerta se cerró sola por la brisa no me levante para abrirla. Marcos abrió la puerta y se paró en el marco de brazos cruzados.—¿Qué quieres?.—dije aunque tenía los ojos cerrados su perfume lo delataba, el Paco Rabanne que le regale para navidad.
hoy decidí ir a la escuela, nadie estaba de acuerdo como me importa muy poco lo que piense mi familia y no me quería quedar el dia entero en el hotel, decir que lo mejor era ir a la a la escuela, estábamos desayunado quería y estaba antojada de un pan tostado con mantequilla me levanté de la mesa puse un pan en la tostadora, saque la mantequilla de la nevera fui por un cuchillo pero no encontraba ninguno, me giré para preguntarle a mamá es de las que cambia todo de lugar en cualquier momento.—¿Mamá dónde están los cuchillos?No los veo— en la cocina se hizo silencio sepulcral , todos me miraron.— ¡Ah! claro ocultaron todo lo filoso de la casa para que la loca no se suicide delante de sus hermanos.—un problema de
Estaba paradas la puerta del consultorio del Doctor Schuler, pensado en qué sentido tiene que venga hoy, no estoy de ánimos para nada menos de estas sesiones sin sentido.—Buenos tardes Verena—me siento en el sillón y pongo mis pies sobre los brazos del sillón.—¿Qué se cuenta Doc?,¿puedo fumar aquí?.—encendí mi cigarrillo.—Pensé que lo habías dejado—levante una de mis cejas.—¿Acaso el diablo deja el infierno?, claro que no ¿porque dejaría yo lo que me mantiene en calma?.—saque un libro de mi mochila.
Ethan y yo estábamos en el sofá viendo una película comiendo palomitas cuando escuché la voz de mi mamá desde el pasillo, me asuste tanto que no quería compartir mi pequeña felicidad con nadie.—Tienes que irte ¡ya!—dije mientras lo levantaba del sofá.—¿Por qué? ¿Estamos haciendo algo malo?.—frunció su ceño.—Por favor Ethan te explico después no te pueden ver aquí—cuando estaba apunto de abrir la puerta de la cocina para que se fuera escuché a mamá detrás de mí.—Verena.—miré a Ethan cerré los ojos y enfrente a mi madre.<
Era sábado por la mañana estaba en mi rutina de trabajo limpiar las habitaciones que me tocaban, abrí el balcón mientras veía como las hojas de los árboles caían ya estábamos en octubre en la época de otoño encendí un cigarrillo lo fumaba mientras quería matar ese edificio que estaba frente a mi, con mis audífonos puesto permitiendo que oasis invadiera mis odios termine de limpiar la habitación iba caminando con el carrito por el pasillo cuando Pirim apareció delante de mí pidiendo mi ayuda.—Bruja del vudú necesito tu ayuda por favor.—tenía uno de los productos de limpieza en sus manos.—¿Qué quieres?—seguí caminando entre a otra habitación Pirim entró detrás de mí.
Al salir de la casa de Ethan corrí a la mía, Alice había dejado mi ventana abierta me escabullí sin que nadie lo notara cuando estaba en mi habitación me volví a dormir.Mamá me despertó no me sentía bien pase de feliz a estar igual que siempre sentir ese vacío en mi pecho y el dolor, era la hora de mis pastillas me las tomé y volví a dormí, cuando desperté la casa estaba totalmente a oscuras estaba sola nadie estaba en la casa llame a mamá me dijo que estaban trabajando en el hotel que llegarían más tarde.Fui a la cocina por un vaso con agua volvía a mi habitación cuando me empeze a sentir inquieta e ansiosa, sentia que todo me daba vueltas, me sentia sudorosa, la presión en el pecho,