POV Isis

Por un tiempo había tenido miedo de tratar de rehacer mi vida, aún quedaba algo de ese miedo en mí, pero tenía que atarme de alguna forma para no intentar volver y aun con nervios e indecisión lo hice, acepte pensar su propuesta, y justo un instante después un peso peor del ya existente se instauro en mi corazón.

Media hora más tarde me encontraba regresando a casa con mis hijos y arrastrándolos a la cama conmigo. Cada día crecían en tamaño, inteligencia y ternura. Mientras el pequeño Emir tenia ojos verdes, los de Amira eran como los mios, de un tono ceniza que había heredado de mi padre, aun así debía admitir que lejos de parecerse a mi habian tomado todo lo que amaba de sus padres para crear las cosas más bellas que alguna vez vi. De igual forma era testigo de que todas las madres pensaban lo mismo de sus pequeños pero no me importaba, porque estos pequeños ángeles eran mi perfección.

Para cuando la fecha de regresar a Ismecadar se acercaba la incertidumbre en mi comenzó a