Irresistible Pasión
Irresistible Pasión
Por: Salyspears
Capitulo 1

Elena es una mujer bella su melena es rubia, piel blanca y tersa ella se enamoró de un hombre ruso Arkady Volkat, muy guapo parecido y millonario. Ambos se enamoraron y se casaron. Lena como él la llamaba se embarazo de dos hermosas criaturas nacidas al mismo tiempo Freya y Frida, ambas rubias de ojos verde intenso como el de su padre.

Al pasar dos meses la bebés crecían pero una de ellas era diferente no jugaba con sus manitas y tenía los ojitos cerrados casi no lloraba mientras que la otra era muy inquieta y lloraba a cada rato. Lena noto que una de sus pequeñas bebés no miraba bien y casi los ojos los permanecía cerrado. Ella se le acerca a la bebe y le dice en un susurro.

-Bebé que tienes, abre los ojitos que pasa, no puedes verme soy mamá mi amor que pasa ¡Arkady!

Elena llamó a su esposo y le dice que nota a una de las niñas diferente.

-Mujer debe ser temporal, Frida aún es muy pequeña apenas tiene dos meses no seas exagerada.

-Arkady Freya tiene el mismo mes y ya puede ver muy bien y juega bastante mientras que Frida casi sólo pasa acostada no llora y solo ve en un punto.

-Elena eres demasiado exagerada sacas conclusiones erróneas

Y así pasaron 1 año con 10 meses y las pequeñas cumplieron sus dos años de vida.

-Mam... Mam- balbucea la pequeña Freya.

-¿Qué pasa pequeña Freya? Ven chiquita donde mami ¿Frida dónde está?- preguntó con su tono triste.

-ahí... ahíta- dice con voz dulce e entendible.

-Ven, vamos a buscarla- Elena fue a buscar a la pequeña Frida la cual nació ciega, la pequeña sólo permanecía en un lugar sentada o jugando con sus deditos.

-Aquí estas mi amor mi chiquita linda.

-¡Lena! ¡Lena!- grita Arkady algo agitado.

-Arkady, que sucede porque vienes de esa manera todo agitado.

-Tenemos que irnos inmediatamente, ¡Me encontraron, me encontraron!

-¿Quiénes Arkady?- pregunta una Elena preocupada.

-Los Dueños del polvo blanco, me quieren matar Elena tenemos que lárganos de aquí lo más pronto posible, coge lo más importante, toma a las niñas y vámonos.

Elena empezó a empacar lo más importante.

-Pensé que lo habías entregado, ¿Por qué no los entregaste? ¿Qué demonios te pasa por que no lo entregaste?- Elena pensaba que Arkady había entregado el polvo blanco a los mafiosos pero no fue así.

Equiparon lo necesario y se fueron juntos con sus pequeñas, viajaron en auto por tres días Elena ya estaba cansada y le pidió a su Esposo que parará por un momento.

-Arkady a dónde demonios crees que vamos, ya no puedo más, las niñas tienen hambre.

-Elena deja de quejarte por un maldito momento, estoy harto de esto.

-¿Tu cansado? Si cómo no, tú fuiste quien se metió en todo esto, ahora sácanos a las niñas y a mí de todo esto.

-Eso es lo que trato- llegaron a Siberia y entraron por unas cuevas, al parecer Arkady tenía todo planeado yacía un lugar seguro donde nadie los encontraría mientras tanto estaban a salvo.

*******

Pasaron 5 años escondiéndose, Elena reprochándole a su marido toda la mala vida que les daba a las niñas y más a la pequeña Frida que necesitada una cirugía y un trasplante de córnea.

-Elena ven, necesitamos hablar. Me contacte con unos socios que comprarán la droga- Elena ya cansada le dice a su esposo.

-Arkady ¿Sigues con lo mismo? ¿Cuándo va acabar todo esto? Dímelo.

-Mamá... mami- la pequeña Freya llega corriendo hasta Elena y con palabras torpes llama a su mami.

-¿Que pasa mi amor?- pregunta Elena.

-Frida no quiere jugar conmigo.

-Amor, ella no quiere, déjala ven vamos a buscarla- salieron de la cueva en busca de la pequeña. -Frida mi amor que pasa.

-No pasa nada mami- réplica Frida.

Arkady se le acerco a Frida y la levantó en sus brazos, se la llevó a dentro de la casa que tenían debajo de la cueva. Elena lo siguió y le pregunto qué pasaba.

-Elena, voy hacer un mapa en la espalda de Frida, nadie se dará cuenta donde tenemos nuestro dinero- Elena se sorprendió tanto que empezó a gritar como una loca.

-¡¿Qué demonios te sucede a ti?! ¡Estás loco! Como te atreves a hacerle eso a una de tus hijas, acaso estas demente.

Arkady se le acercó y le propinó una fuerte bofetada a su esposa.

-¡Cállate! ¡No ves que es la única salida!

-¡Pero no de esta manera! ¡Lastimando el cuerpo de una de tus hijas!

-Acaso no ves que Frida no nos servirá para nada, es una ciega inservible.

Elena estaba tan sorprendida al escuchar a su marido hablar de esa manera, tal parece que la ambición lo ha segado. Ella se le acerco y empezaron a pelearse.

-Como te atreves a decir esas cosas de tu hija, como te atreves, ese dinero te ha llevado al borde de la locura.

Las niñas empezaron a llorar, Arkady rempujo a su esposa y se adentró con la pequeña Frida en un pequeño laboratorio que tenía en la cueva.

-Mami está bien- Freya pregunta entre lágrimas.

-Si mi amor, estoy bien.

-Que hace papi con mi hermanita ahí dentro mami.

Elena empezó a llorar desesperada, se levantó del suelo, empezó a golpear la puerta como loca para que Arkady no cometiera una locura. Arkady le quito la ropa a la pequeña y le hato las manos y pies a su hija.

-Papi que vas hacer- le pregunta la niña.

-Pequeña, no te preocupes, esto no te dolerá mucho te haré un pequeño dibujito en la espalda para que nadie descubra donde tenemos todo el dinero escondido, sólo tú y yo mi amor si no tengas miedo.

-Papi, no tendré miedo.

-¡Arkady habré la maldita puerta! Ábrela por favor no cometas esa locura.

Arkady ignora los gritos de su esposa, el empezó a pincharle la espalda a la niña con tinta y aguja la pequeña empezó a llorar y sollozar despacito con tan solo 7 añitos empezó a sentir el dolor en su cuerpecito.

Arkady salió del laboratorio sudoroso y muy serio, Elena se le acerco golpeó su pecho llorando sin parar.

-¡¿Que le hiciste a mi hija?!

Ella grito con lágrimas en sus ojos se adentró y vio a su pequeña recostada boca abajo y la espalda toda roja e inflamada se le acercó y le hablo.

-Mi bebé ¿Estas bien bebé? Dime algo amor ¿Estas bien? Claro que no lo estás, ven vamos.

Ella cargo a su pequeña en brazos y salió de ahí no sin antes maldecir a su esposo. Recostó a Frida boca abajo y le susurraba palabras tranquilizadoras a su pequeña. Freya se les acercó y se puso a llorar al ver a su hermana de esa manera, ella no sabía lo que era pero al ver a su mama llorando y a Frida quejándose se sintió muy triste.

Siete años después.

Han pasado siete años desde que Arkady le hizo esa marca tan fea a mi Frida, Freya sale de la cueva en busca de su hermana la llama varias veces.

-Frida, Frida ¿Dónde estás?

-¿Que deseas Freya?- le pregunta sería.

-Vamos a jugar, estoy aburrida quiero que juegues conmigo, papa no está tu sabes que últimamente toma mucho y se pelea con mamá.

-Si lo sé y no quiero jugar. Dime, una ciega como yo no puede jugar Freya, correr y luego tropezarme. Lo único que puedo hacer es vestirme comer y dormir nada más ni si quiera puedo verte.

-No digas esas cosas, tú no tienes la culpa de haber nacido de esa manera.

Freya abrazo a su hermana y empezaba a llorar se siento muy triste al escuchar las palabra que decía su hermanita. Frida le acarició la espalda y le dijo.

-No llores, no estés triste hermanita te quiero mucho.

Ambas se amaban.

Llegó la noche y las dos se fueron a acostar Elena se les acercó y le dio un beso a cada una.

-Buenas noche mami- dijeron las dos al unísono. Dicho eso Elena sale de la pequeña habitación.

-Hermana, ¿Tú crees que algún día saldremos de este lugar? Casi no conocemos a nadie solo unos señores que vienes a ver a papa y hablan de ese tal polvo blanco.

-No lo sé Freya. Sabes, realmente no me interesa porque en mi caso no podre ver jamás lo que hay allá afuera. Freya se le acercó y le dio un beso en los labios a su hermana ella se sorprendió. -¿Qué haces?

-Te amo mucho Frida.

-Yo lo sé pero eso del beso.

-Ha pues te lo quise dar, acaso hice algo malo.

-No, no lo creo.

-Sabes, me hubiese gustado estar en tu lugar, si yo pudiese te daría mis ojos para que me vieras y ver cómo somos iguales como dos gotas de agua, cuando papá te hizo ese mapa en la espalda yo sentí que me ardía todo el cuerpo incluso el alma, creo que cada vez que te golpea yo lo siento no entiendo su comportamiento, más contigo me gustaría que un día escapemos de este infierno en que vivimos las tres.

-Igual me pasa a mi Freya, me gustaría poder hacer algo para que todo esto acabe.

Se abrazaron y quedaron dormidas. Al amanecer Frida despertó y escuchó como su padre golpeaba y maltrataba a su madre nuevamente decidió meterse.

-Arkady deja de golpear a mi madre, cada vez que bebes te desquitas con nosotras.

-Tu Cállate, eres una buena para nada- Arkady cada día era peor, no percataba que estaba destruyendo a su familia.

-Deja de insultarla- le dice Elena entre lágrimas.

-¿Que pasa por que pelean tanto papá? ¿Porque maltratas tanto mami?

Freya empezó a llorar al ver como su padre peleaba con su madre. Arkady se le acerco y quiso golpear a Freya, nuevamente se metió Frida quién si dejaba que su papá la golpearla.

-Me tienes cansado todas- una y otra vez empezó a golpearla a Frida como si de un animal se tratara.

-Suéltala papá, no la trates así.

-¡Cállense!- sujeto a su otra hija y la tiro contra la pared, luego hizo lo mismo con su esposa había perdido el control. -Me largo- dicho eso se va.

Elena se acercó a Frida y la abrazo.

-Perdóname hija, por mi culpa todo esto te pasa- luego Freya se les unió.

Frida ni siquiera derramó una sola lágrima, después de recibir tantos golpes prefirió sólo sonreír cosa que casi no hacía, ella era muy callada sería, fría por todas las cosas que ha pasado.

El día paso rápido después de alimentarse Elena fue a comprar víveres y comida para la semana a un mercado cerca de esa pequeña ciudad desierta. Era de noche cuando llego Arkady, llegó con un hombre muy apuesto.

-Ven pasa- le dice Arkady al desconocido.

-¿Acá te escondes?- pregunta el hombre.

-Sí, aquí.

-Y no tienes miedo que te descubran.

-Eso jamás pasará.

-No éste muy seguro y dime cuantos personas son los que están detrás de ti.

-Son dos grupos.

-Que, es enserio.

El amigo de Arkady se notaba algo lascivo al parecer tenía una mala intención miraba las pequeñas puertas. Arkady se levantó de su silla y llamo a su esposa y le dijo que sirviera la cena, sus hija salieron de la pequeña habitación mientras su madre servía la cena, El hombre que estaba hablando con su padre quedó viendo a las pequeñas con malas intenciones.

-Tienes unas hijas muy lindas- lo decía sin quitar su vista de Freya.

-Gracias, aunque una de ellas nació con una enfermedad en los ojos.

Elena quedó viendo a ese hombre no confiaba en él.

-Amor, deberíamos de ir a dormir ya, es muy tarde, tu amigo puede venir otro día.

-Elena que pasa, ahora que hice mal.

-Amigo, tu esposa tiene razón, me voy luego platicamos.

-Bueno, seguiremos en contacto.

Sin más que hacer el hombre sospechoso se fue. Arkady llama a las niñas y saca unas bolsas que se encontraban en una caja.

-Hijas vengan, les traje una cámara, es para que se tomen fotos. Amor toma esto que te traje a ti, es una cadena con Diamantes.

-¿Cómo conseguiste esto?- pregunta Elena toda desconcertada.

-Elena sólo agradece, sí.

Las niñas le agradecen a su papá ambas se toman de la mano y se adentran a la habitación. La semana transcurre rápido, Freya se tomaba fotos y videos con su hermana ella trataba de hacer reír a Frida.

Una tarde, Elena y su esposo salieron de compras y las niñas quedaron solas, ambas estaban acostadas cuando escucharon un ruido

-Frida, escuchaste eso.

-Sí, lo escuche.

Un desconocido entra sin ser invitados.

-Hola chiquitas- dice el amigo de Arkady.

-¿Usted quién es?- pregunto Freya. -Que desea, mi papa no está.

-No busco a su padre, linduras- él camina hacia las niñas con una mirada maldosa.

-No se nos acerqué, como entró aquí.

-Hacen Muchas preguntas- él se acercó a ellas, Freya grito y Frida se la abrazo al sentirla cerca de ella

-No dejare que nos hagas daño- él hombre saca una pistola y apunta a Frida.

-No sé quién es quién, pero quiero a una de ustedes, disparo si se interponen.

-No por favor déjanos- dijo Freya. Sin más el empezó a golpearlas sin piedad. Frida empezó a pelear y defenderse pero el maldito le pegó en la cabeza con la pistola y callo desmayada.

-Nooo, que le hiciste maldito- Freya llora.

-Ella no puede ver, tu sí.

-No, no por favor que nos vas a ser.

-Nada malo, sólo jugar un rato.

Dicho eso la aventó contra la cama y le arranco la ropa.

-¡No! ¡No, suéltame! Por favor, no hagas eso duele, duele.

-¡Cállate! Eres una llorona- la niña lloraba a mares, sentía que la desgarraban por dentro y fuera.

-Mamá, Ayúdame por favor.

El hombre empezó a golpearla y y abusar de ella. La pequeña Freya gritaba, lloraba ya no podía más sentía que le desgarraban el alma su vida.

-Que deliciosa eres pequeña, deliciosa- él maldito no percató cuando Frida había despertado.

-Suéltala o te mató.

El hombre escucho el sonido del arma, el muy maldito se le había olvidado su arma cuando golpeo a Frida.

-Eres una maldita ciega, no sabes dónde disparar, tal vez Hasta dispares a tu hermana.

-No estés tas seguro. Freya, salte de ahí ahora- grita en duración a su hermana. Esta obedece se levanta débilmente. Frida jala el gatillo y dispara contra el hombre una y otra vez hasta que este cae muerto. -Freya ven hermana, todo terminó

Freya se le acerco llorando.

-Me duele mucho, Frida. Me duele, porque, porque nos pasa esto, abuso de mí, no quiero vivir.

-No no digas eso por favor, todo terminó- las lágrimas de ambas se mezclan a juntarse en un abrazo. Escucharon otro ruido. Arkady entra junto a Elena.

-¡¿Que paso aquí niñas?! ¡¿Qué pasa?!

Elena y Arkady se les acercó y vio al hombre muerto.

-¡¿Que paso aquí?!- grito furioso el padre de ellas. Noto como una de ellas estaba desnuda, golpeada y llenas de sangre.

-Mis hijas, que paso- dijo Elena llorando.

-Él... Abuso de mí- murmura Freya con un hilo de voz.

-¡Que! ¡No, eso no puede ser!- Elena cae de rodillas a lado de su pequeñas la toma en brazos y llora.

-¡Maldito Desgraciado! Para eso me pidió confianza, para abusar de una de mis hijas, maldito como me hubiese gustado a verte matado con mis propias manos.

-Yo me encargue del Arkady- la voz fría de Frida lo dejo perturbado. Él abre los ojos como Plató, sin dar crédito.

Elena se levanta busca una manta y se la pone a Freya, la lleva al pequeño baño, mientras tanto Frida lloraba de dolor por no poder ayudar a su hermana en esta tragedia que las dejará marcada de por vida. 

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