— Así que iras al trabajo hoy — Osmilda arregló su falda — ¿Qué hizo te cambiar de opinión?
— Necesito saber la razón por la cual Damon me abandonó hace ocho años — se puso la corbata — Además, no pude encontrar otro lugar donde pudiese hacer esa pasantía... y no estoy seguro de que consiga otra antes de mes.
— ¿Estas consciente de que en unos días quizás Damon se entere de que eres el niño bobo que abandonó? — Tomó su mochila, y abrió la puerta del departamento de Jacob — Quiero ver su cara cuando se entere de que eres su bebé.
— No soy su bebé — se cerró la puerta — Damon perdió ese privilegio hace mucho tiempo y no tengo deseos de hablar de mi vida pasada la cual Damon es el protagonista.
— Pero no puedes negar que Damon es sexy, pero no tanto como mi novio — le sacó la lengua — Espero que te toque en el mismo piso que Damon, para que hagan cosas sucias en el escritorio.
— ¡Osmilda!
El camino hacia la empresa fue muy molesto para Jacob por las cosas obscenas que le decía Osmilda, y Jacob se ponía nervioso por como las personas lo miraban con diversión al ver su rostro rojo de la vergüenza. Por otro lado, el camino no fue largo llegaron en poco tiempo al gran edificio, lo cual levantó varias miradas de personas que los estaban esperando.
— Al fin llegan — murmuró un chico, llegando con unas hojas — Aquí están sus horarios de trabajo y también está con la persona que trabajaran al igual que el piso.
— Gracias, Samuel — Jacob le sonrió al chico y éste asintió.
— Ustedes se robaron todos los créditos — Osmilda y Jacob lo miraron sin entender a qué se refería con eso — Ustedes están en el último piso con los dueños de este lugar y nosotros estaremos en los pisos de bajo.
— Yo no diría que estábamos privilegiados — Osmilda rodó los ojos — Pero ya que lo dices, suerte, en esos pisos se hace de todo e incluso leí en internet que los empleados hacen orgías entre ellos.
— ¡Osmilda! — gritó Jacob, tapando su boca con una de sus manos — No le hagan caso, es que no se tomó su café esta mañana y tampoco desayunó a la hora que le tocaba, lo siento — la arrastró entre sus compañeros de universidad y de clases hasta el elevador — ¿Acaso estás loca? — esperó a que sus demás compañeros entraran al elevador.
— Él se lo buscó — se desprendió de su agarre.
La tensión en el lugar se hizo presente una vez que todos entraron al extenso elevador del edificio. Uno de los chicos presionó los botones de los pisos y Jacob no pudo evitar fruncir el ceño lleno de confusión cuando vio que había dos pisos más arriba del que iban.
Esperó a que todos salieran del elevador para volver a tomar el brazo de Osmilda.
— ¿Por qué hay dos pisos más arriba del que nos toca estar? — susurró, bajito, y dando una breve mirada hacia todos los lados del elevador para ver si había alguna cámara.
— Damon vive aquí — se encogió de hombros — Es el dueño de éste lugar, lo heredó de sus padres cuando murieron — se acercó a él — Williams me dijo que es una de las razones por las cuales Damon llega temprano a trabajar, pero que los fines de semana se va a la casa que tiene en las afueras de las ciudad en un bosque.
— No sabía eso — se pasó la lengua por los labios — Bueno, no sé nada de Damon desde hacer ocho años.
— En eso tienes razón — vio que faltaban dos pisos más — Williams me dijo que Damon no vive con nadie y que tampoco tiene una pareja normal, ese desgraciado. Pero, que ha tenido sexo muchas veces con diferentes personas...
— Eso era algo que no quería saber — mordió su labio desviando la mirada — Creo que Damon ya tiene su vida hecha, no le importó y dudo mucho que cuando se entere de que soy yo me echará del edificio... si es que se acuerda de mí.
— No digas eso — envolvió el brazo derecho de Jacob con los suyos — Quizás aún te siga amando y solo te dejó sin decir nada porque quería hacer algo antes de regresar... o que yo.
— Él nunca me amó como lo decía cuando pasábamos tiempo juntos sin que mi hermano se diera cuenta de eso — las puertas del elevador se abrieron.
— Estas aquí para investigar sobre lo que pasó hace ocho años cuando Damon por poco te quita la inocencia.
— ¡Osmilda!
— ¡Osmilda! — Imitó su voz — No me puedes negar que Damon era, es y siempre será follable.
— Nunca te diré eso — infló sus mejillas saliendo del elevador — No entiendo cómo puedes hablar del sexo como si fuese el clima del país.
— No tengo la culpa de que los americanos sean tan inocentes y que nosotros los italianos seamos más esperti.
— Ustedes se creen más experto que nosotros los americanos — se burló — Non dirmelo — dijo, sarcástico.
* Experto.
*No me digas.
— Los estábamos esperando, chicos — Williams apareció cerca de ellos — Me imagino que ya saben sus horarios de clases y también los del este trabajo temporal.
— Así es, gracias — dijo Jacob — Aun no sé qué haré en este lugar y tampoco con quien estaré.
— Estarás con el señor Hilton en su oficina durante las semanas que estés aquí — Jacob subió ambas cejas — Yo no hice nada, hubiese preferido que estuvieses conmigo ya que nos conocemos desde un tiempo, pero como él es el jefe del lugar me permitió estar con mi prometida y tú con él.
— Eso es genial, ¿No?
— Por un lado lo es — rió, un poco — Estarás con el jefe del lugar te enseñará muchas cosas de tu carrera y también puede ser muy estricto con las cosas que te puede mandar hacer, pero es alguien bueno.
— Si fuese bueno no abandonara a la persona supuestamente ama — murmuró Osmilda, y después tosió cuando la mirada de su prometido se situó sobre ella — Es tarde y tenemos que trabajar, amor.
— Aquí soy tu jefe, Osmilda — puso los ojos en blanco — Los llevaré a sus lugares, los cuales están dentro de cada oficina.
— ¿Estaré en la misma oficina que Damon? — preguntó, asombrado — Perdón, ¿Estaré en la misma oficina que el señor Hilton?
— Si estarás con él todo este tiempo — caminó hacia la oficina de Damon y tocó varias veces hasta que le dieron el permiso de entrar — Los chicos acaban de llegar y están listos.
— Pueden pasar — asintió Damon, dejando de leer unos documentos.
— Osmilda se irá conmigo a la oficina, tenemos que avanzar la venta de la fábrica que se abrirá en estados unidos en unos días — informó y Damon asintió.
— Está bien, nos vemos en la hora del almuerzo — Williams hizo un gesto con la mano y dejó que Jacob entrara a la oficina, y después cerró la puerta.
— Buenos días, señor Hilton — murmuró Jacob, cuando ambos estuvieron solos.
— Buenos días... — se quedó callado esperando a que Jacob dijera su nombre.
— Pensé que ya sabía mi nombre — sonrió, sin mostrar los dientes — Mi nombre es Dave.
— ¿De dónde eres?
— Nací en Canadá — otra mentira — Todo eso está en mi currículo.
— Lo sé, pero Williams se encargó de hacer todos los preparativos para que ustedes entraran al lugar, así que no vi la necesidad de tener que verlos.
— Eso es interesante — murmuró, incómodo.
— Puedes ir a tu lugar de trabajo — señaló el escritorio que está cerca de uno de los ventanales.
— Gracias, señor Hilton — ajustó su mochila en el hombro y fue hacia su lugar de trabajo.
Con un suspiro tomó los papeles que estaba en el escritorio, leyéndolos y sintiendo la mirada de Damon sobre él como si estuviese analizando algo que lo ponía sumamente nervioso. Encendió el computador y tronó los huesos de su cuello pata quitar el estrés que se había formado en su cuerpo.
Las cuentas que habían en sus hojas de trabajo era muy fáciles de hacer y también de encontrar los errores en estás, pero no fue nada fácil sentir algunas veces la mirada de su jefe sobre él, y más aún que estén en la misma oficina.
Sentía unas inmensas ganas de patear su trasero arrogante hacía la calle, y sobre todo sentía ganas de querer matarlo querer besarlo como antes lo había hecho.
Pero no, debía de ser fuerte y tener agallas para no cometer una estupidez que pudiese dañar su plan inicial de saber qué diablos pasó hace años, y ahora que estaba cerca de él solo esperaba que Damon no se enterara de nada por el momento.
En cambio Damon, miraba de vez en cuando a su nuevo asistente temporal. Ese chico tenía algo conocido que le recordaba tanto a su pequeño parlanchín y se dio cuenta de eso cuando el día anterior este tomó confianza y a todo lo que le decía tenía una respuesta algo que nunca olvidaría de Jacob.
Pero Jacob tenía el cabello negro algo que siempre le gusto y que ambos prometieron jamás teñírselo alguna vez y el cabello del omega que estaba sentado en el otro escritorio era rubio teñido.
Negó con la cabeza volviendo a su trabajo, la última vez que supo de Jacob fue hace cuatro años, y se enteró de que lo buscaba y movió medio país, literalmente, para que dejara a su familia en paz. Por lo que ahora era imposible que estuviese en Italia en la misma oficina que él sin decirle algo o al menos darle un golpe por dejarlo de la forma en la cual lo hizo hace tantos años.
Williams ni siquiera sabía el nombre del niño que lo tenía con los pies el cielo, nunca se lo dijo y esperaba jamás decírselo a menos que fuese necesario. Cada vez que veía las fotos en las paredes de su oficina o cuando iba a su casa en el bosque pensaba que era una cruel broma del destino el que recordara todavía esos momentos que pasaron juntos.
Jacob quizás lo seguía amando o tal vez encontró a su alma gemela en otro alfa por lo que era imposible que aún lo siguiese amando como antes. Le dio otra mirada al chico en el otro escritorio, era sumamente hermoso, la forma en la cual hacia su mayor esfuerzo por encontrar el más mínimo error en esas cuentas era algo que se le hacía tierno por como fruncía el ceño lleno de concentración.
—Señor — Damon pestañó varias veces cuando se vio así mismo en una situación bochornosa — Terminé de hacer esto y marqué con un lápiz los reportes y cuentas que no me cuadran — se levantó de su escritorio.
— Déjame ver — tomó las hojas y pudo percibir más de cerca el olor del omega — ¿Usas loción de bebé? — Las mejillas de su asistente se pusieron rojas de la vergüenza — No tienes que responder.
— Si, uso loción de bebé — juntó sus manos — ¿Eso es un problema?
— Para nada, es solo que alguien que quise mucho la usaba y eso me gustaba — sonrió, mirando las cuentas.
— ¿Quiso? ¿Ya no lo quiere? — su corazón se aceleró demasiado para su gusto.
— Es una pregunta que no le corresponde saber — levantó la mirada y Jacob asintió.
— Lo siento — mordió su labio — Volveré a mi lugar de trabajo.
Damon asintió y siguió mirando los documentos que estaban en su escritorio confirmando que todo estaba en orden con lo que había hecho en omega. Sí que era bueno con los números.
— Dave — el mencionado levantó el rostro.
— Sí, señor — dejó de escribir.
— Todo está en orden, eres excelente con los números y eso es bueno — el omega asintió con una sonrisa en el rostro — Y respondiendo tu pregunta — ahora fue su turno de sonreír— No lo deje de querer, porque aún lo sigo amando.
Había pasado dos semanas completas desde que Jacob escuchó salir de los labios de Damon que aún lo seguía amando. Su corazón no paraba de latir cada vez que lo tenía cerca o cuando sus manos hacían el más mínimo roce entre ellas todo su cuerpo se movía de un lado a otro por los nervios. Capítulo 5La noche estaba pasando de lo más interesante entre ambos, Jacob afirmaba algunas cosas que ya conocía de Damon desde que tenía el uso de la razón. Le molestaba cuando Damon le llamaba por el nombre que se había inventado, pero no podía hacer nada más que seguir con el juego.Después de cenar ambos fueron hacia la sala otra vez para seguir con la conversación tan amena que tenían, ahora se encontraban bebiendo una vez más de vino que Damon conservaba en el bar que estaba en la sala.Jacob no despegaba por nada del mundo su mirada de la de Damon, estaba más que claro que este estaba interesado en saber más de su vida y le daría algunas pistas para que se hiciera a una idea de lo quien era.— ¿Puedo hacerte algunas preguntas? — preguntó Damon, dejando otra botella de vino en la mesita del centro.Capítulo 5
Capítulo 6La noche fue de lo más inusual para ambos, pasaron de estar en la sala sobre el sofá por largas horas y después a la habitación principal olvidando sus prendas en alguna parte. Jacob ni pudo evitar sentirse amado por Damon esa noche, cada vez que se miraban era algo que no podía ni describir con palabras. Algunas veces Damon intentó morderlo, pero Jacob lo detenía no quería que al día siguiente cuando se le terminaran de pasar las copas éste lo odiara por tener la marca que le pertenecía a otra persona. En cambio Damon sólo dejaba que su lobo lo dominara de vez en cuando para mantenerlo en calma, pero las cosas algunas veces se salían de control cuando éste estaba al mando por lo que practicaba en sus tiempos libres algunos deportes extremos para mantenerlo en su lugar.El sol estaba en lo más alto en el cielo y Damon apenas comenzaba a despertar con un cuerpo pegado al suyo y con la respiración de alguien sobre su pecho. El dolor de
Capítulo 7Si Damon no hubiese tenido la boca pegada a la cara, hace un buen rato que se hubiese caído al piso con la sorpresa que se llevó. El chico que tenía en frente no podía ser su chico, no podía ser el chico que dejó en otro continente sin una explicación del porqué de su partida.El chico que dejó en el pasado tenía el cabello negro, no rubio y menos teñido, tenía el olor que siempre le gustó desde que era pequeño y este usaba loción... Aunque, el día que se vieron por última vez este aún tenía ese olor en su cuerpo.— Por lo que estoy viendo te sorprende, Damon — sonrió, con sarcasmo.— No puedes ser mi Jacob — susurró — Si es alguna broma por parte de Will...— ¡No es ninguna broma! — Gritó, furioso — ¡¿Qué pensabas?! ¡¿Qué llegaría de Estados Unidos y te besaría?!— Nunca pensé en eso — rodeó el escritorio y Jacob retrocedió — Pensaba que estarías en Estados Unidos...— Pensaste mal, Damon — se colocó del ot
Capítulo 8Osmilda tenía tantas ganas de querer matar a su mejor amigo en ese momento, pero debía de mantener la calma para no arruinar dos vidas en lugar de una. Era viernes y ese día publicarían las notas que faltaban para saber si pasarían el semestre con si le quitarían la beca a los que la tenían.Desde que Jacob regresó el día del suceso en el departamento de Damon sólo iba a la universidad y de regreso a su casa. Esquivaba a Damon en la mejor forma que podía la cual era salir por diferentes puertas de la universidad, ese día se había quedado en su casa.Estaba listo para regresar a Estados Unidos y enfrentar a Dylan y a Jared. Su hermano como cada fin de semana lo llamaba para preguntarle cómo estaba o como se sentía en otro país el cual no era Estados Unidos. No estaba preparado para decirle que estaba embarazado de Damon, de seguro que lo mataría cuando dijera que se lo había encontrado y que había caído en su cama como tantas veces intento en e
Capítulo 9Se arrastró hacia atrás en el mismo instante que el lobo que tenía frente a él también lo dio hacia atrás. El jodido lobo olía igual que Damon, no podía ser verdad y ahora más que nunca sabía que si estaba esperando un hijo y que esas pruebas no habían fallado como tantas veces deseó.Se puso de pie lentamente con la ropa en sus manos, al igual que los zapatos, sin despegar la vista del lobo que solo lo miraba. Ahora, que ya solo se dio cuenta de que Damon era un maldito raza pura, sólo faltaba que de un momento a otro se diera cuenta en su forma de lobo de que estaba esperando un bebé de él.Llevó la ropa a su pecho en el mismo instante que el lobo dio pasos hacia donde estaba él y después se dejó caer como si tan solo buscase algo que le hacía falta en el omega.Jacob tocó el pelaje del lobo y de inmediato el lobo comenzó a hacer ruidos llenos de satisfacción. Se puso de pie con la ropa en manos dando pasos hacia atrás y luego irse p
Capítulo 10Jacob le dio una sonrisa a Osmilda cuando esta lo dejó sólo en la habitación diciéndole que iría a comprar algo de comida para ambos en un restaurante cerca de allí. Se levantó de la cama para ponerse algo más cómodo para pasar el resto de la noche en cama y así poder estar más cómodo.Después de ponerse un abrigo que le llegaba hasta las rodilla se puso fue hacia la cama para poder leer las cartas.Abrió el primer sobre, el cual era de hace cinco años atrás. Tenía la fecha de su cumpleaños.Es raro escribir alguna carta para alguien después de tantos años sin verlo, sin estar cerca de esa persona y sobre todo perderse los cambios físicos del pasar de los años. Sé que quizás las personas que alguna vez me conocieron en la escuela se estaría burlando otra vez, por no poder superar a un niño después de tres años sin verlo.Pero lo de menos es la forma en la que mis amigos me veían en la calle cuando estaba contigo agarrados
Capítulo 11Al día siguiente del incidente con Damon, Jacob se encontraba en la sala de su casa completamente solo tratando de asimilar las cosas que estaban pasando.Lo primero que hizo Jacob fue llamar a su mejor amiga y decirle unas cuantas cosas, le reclamó porqué fue de chismosa a decirle a Damon donde vivía y para rematar el paquete, le dijo que tuvo una discusión con su hermano acerca de haberle ocultando muchas cosas sobre lo que había pasado hace ocho años.Lo único que pidió fue estar solo en casa en lo que se iniciaba el próximo semestre el cual era el último de su carrera, gracias a todas las materias que había tomado cuando llegó a ese país.Osmilda había querido ir con él a su casa para estar con él en ese momento, pero se negó, necesitaba estar solo para pensar en las cosas que había hecho en menos de tres meses. Cualquier persona que lo tuviese viendo en ese estado podría decir que era de esos omegas fáciles que pasan más tiempo en