Capítulo once

El ocasionaba miedo en mí, pero aun sabiendo eso, no era tiempo de huir, quizás era tiempo de intentar de dejar de escapar solo para protegerme...

Romy ese hombre me da miedo—expreso Daniel abrazándose a sí mismo

—No temas mi niño, yo siempre estaré para protegerte—acaricié su cabello

Te quiero Romy—respondió dejando un cálido beso en mi mejilla. 

Toc... Toc.... Toc...

—¡Puede pasar!—Dije en voz alta.

La puerta se abrió dejando ver un rostro con semblante frío, la mirada vacía y la oscuridad completa detrás de una sonrisa...

¿Cuál es tu nombre?—me cuestiono mirando al p

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP