Phoenix estaba mirando por la ventana donde se podía ver correctamente la Cocina de Olivia.

"¿Puedo preguntar algo?" Dijo Anna.

"No necesitas preguntarme gato, puedes preguntar", dijo.

 "¿Gato? Me puso un apodo" pensó.

"¿Por qué me salvaste ese día?" Preguntó mientras miraba a sus profundos ojos azules.

"No debería ?" en su lugar preguntó.

Ella puso los ojos en blanco. "Eso no es una respuesta". dijo enojada.

 "Escucha, no me hagas arrepentir" Dijo en su tono habitual.

"Sí, por supuesto, el viejo fénix maníaco ha vuelto". Pensó con furia. Él puso los ojos en blanco.

"Grrr" Phoenix se dio la vuelta para mirar, eran sonidos de gruñidos. Anna no comió nada desde la heladería. Ella se sintió avergonzada. Él la miró, mientras ella evitaba su contacto visual. A