Anya.
Zack rueda los ojos al escuchar los que nuestra loca hermana dice.
—Entendido, ahora suéltame—ordena Zack y Hanna baja de él.
—Debilucho—le saca la lengua y el la atrapa haciendo que ella se queje.
Nunca me cansaré de está con ellos, de compartir así estos momentos.
—Papá dijo que vendría alguien a quien tengo que interrogar y amenazar.
—Espera, ¿es tu hermana?—dice la rubia después de los largos minutos.
No tengo en nada contra ella, pero no captó el ¿hermanito?
—Si, soy su hermana, ahora calla que estamos hablando, es de mala educación interrumpir a los demás.
Solo aguanto la risa.
—¿Hanna?—veo a Chuck en la puerta y no lo niego se ve atractivo.
Siento culpa y remordimiento al recordar lo que pudo pasar en SX
Anya. Tyler queda expectante a lo que West responderá y todos sentimos la tensión. —Si—responde West—por la estúpida pelea que tuvo el donador de esperma y Mateo, no puedo ver a mi familia, no puedo ver a mi hermana, viví aislado de mi familia. »Solo tenías que saber que éramos medios hermanos, por que tu padre se enamoró de mi madre, no la verdad, porque entre más sepan más es la cadena que me ahorca. —West—dice Tyler. —Tyler, será mejor hablar en otro momento—se acerca a Tyler y lo abraza mientras susurra algo que alcanzo a oír—me alegra y alivia que lo sepas, solo llévalo con calma. Se separan y veo a Tyler asistir con la cabeza y girarse. —Tyler—lo llama West—Feliz navidad y la chica rubia sensual que está afuera es tu cuñada, luego te la presento. Tyler giras los ojos y sale, todos se quedan en silencio viéndose los unos a los otros. —Bueno, que se
Anya.—Anya, no...—las palabras se quedan atoradas en su boca cuando quito el sostén y quedando con los senos desnudos ante él.—No, ¿qué? ¿acaso el gato se comió tu lengua?—hablo con burla.Me abro más de piernas sobre él rozando así su miembro con mi feminidad, acaricio su rostro, me encanta el azul intenso de sus ojos.—No me comieron la lengua, pero quiero que me chupes la polla—declara y eso hace que me mojé aún más.Me muevo sobre él, rozando cada parte de su anatomía con la mí, su boca atrapa mi pezón desnudo y lo muerde haciendo que suelte un gemido.—Me encanta el sonido que sale de tu boca— corre mis bragas y sin previo aviso introduce un dedo en mí, haciéndome gemir más alto.—Ein
Anya.Despertar con Einar es de mis mejores despertar, sus manos en mi cintura, sus labios recorriendo la curva de mi cuello, mientras guio en movimientos circulares mi pelvis sobre su miembro, buscando el placer de ambos.—No pares—jadea.Siento el orgasmo tan cerca, que doy un giro haciendo caer mi espalda sobre la cama quedando abierta para él, me gusta llevar el control el saber que soy yo quien le causa ese placer pero me fascina ver su frente contra la mia mientras me embiste haciendo que me pierda en el precioso azul de sus ojos.Sujeta mi cadera con fuerza haciendo que jade, toma una de mis manos y la sube sobre mi cabeza, quedando aun más vulverable y expuesta para él.Sus estocadas comienzan lentas haciendo que me retuerza del placer que causa, haciendo que sujete con más fuerza mi cadera.—Gime para mi, quiero escuchar que te gusta esto—dice con una voz ron
Sean Morris.Townsville, Australia y su clima cálido impacta en mi cuerpo al abrir el ventanal de mi habitación, estar huyendo de la federal es agotador, más cuando dos de los asesinos más buscados se encuentran contigo.Selena mi persona favorita, mi sicaria más leal, quien se mantiene a mi lado. Tiene una capacidad increíble para seducir, manipular y matar, esa letalidad que emanan sus ojos son únicos, excitantes y llenos de traumas.
Einar.Me tiene jodido de la cabeza todo este drama de niñatos, el saber que por simple orgullo un cabrón me perturba la puta paz que necesito.Siempre se me ha considerado frío y bestia, pero no lo he sido desde que llegué a la sede Alemana, me he controlado por mucho. Pero ya no tengo que hacerlo más, soy quien soy gracias a mis méritos, mis condenas y triunfos nadie podrá evitar que acabe con quien quiera.La mujer con grandes labios y de apellido Meyer me tiene bajo su poder, pero es algo que desconoce y quiero que siga así.Que las personas sepan que ella es alguien que tiene relevancia en mi vida sería un caso. Mis enemigos la perseguirían la asecharían y tratarían de violentarla y es algo que jamás permitiré.Mientras esté vivo nadie le tocará una sola hebra de su cabello.
Anya.—¡Maldita sea!—Dice Max.—Agente…—Kotch—habla Einar y Kenia voltea rápidamente.—Si, agente.—Quiero que lleve a las celdas de interrogatorios a esta mujer. No obtendrá visitas, no saldrá y se mantendrá en nuestras instalaciones.—¿Qué? —dice Grace, la mujer que ha contado todo.—¿Querías que te dijéramos ir? —Einar se levanta de su silla.—Yo…—Estarás bajo el yugo de mi sede, aquí se hace lo que yo diga. Así que si te digo que cierres la boca lo haces. ¿Entendido?Einar puede ser un hijo de perra, pero sabe cómo intimidar, como conseguir la información necesaria y en qué momentos actuar, no por nada tiene los títulos
Anya.—¿Ahora qué sigue? —habla Tabata.—El agente Jones se encargará de traer los máximos como mínimos cargos que abarquen los últimos 15 años de Pavlov y Chalice.»Tú te quedas aquí y ayudas a unas actividades.—¿Es una broma? —dice Tabata.—Si tienes un problema con mis órdenes ve y coméntalo con el agente Kotch seguro que estará encantado de escuchar tus quejas.Tabata se queda callada y Elliot me observa.—Me quita la paz tu mirada constante, ¿qué pasa? —hablo.—No entiendo porque no estás asustada, toda esta tormenta viene y estás aquí, deberías estar resguardada.—Soy agente federal, tuve entrenamiento al igual que todos así que estoy capacitada pa
Anya.Tomo su cuello y comienzo a dejar besos húmedos y leves mordidas en su cuello, los cuales cada vez se van volviendo más caliente por cada toque, cada roce.—Estas tan duro—jadeo, mientras me muevo sobre él causando que apriete mi cadera reafirmando lo caliente, excitado que esta.Tiro de su cabello atrayéndolo a mi boca, dándole paso a su lengua la cual comienza una guerra con la mía, el morbo no me deja pensar claro, el saber que alguien puede escucharnos me pone más caliente.—Quiero sentirte dentro de mi—me mira a los ojos, toma mi cadera haciendo que medio me levante de él para si sacar su miembro erecto.—¿Te gusta?—dice con sorna.—Me encanta—respondo, quitando mi braga y volviendo a horcadas de él.Juego con mis pliegues al pasar el miembro sobre ellos, haciendo que jade.—Ein