Me perteneces Capítulo 54. Edan respiro profundo y pellizco el puente de su nariz, esto tenía que ser una broma, una muy mala.¿Por qué ese hombre quería estar cerca de Kath con una identidad falsa? ¿Para hacerle más daño? Es que… no lo entendía, algo no le cuadraba, ya era hora de hacerle una visita al fenómeno ese. Agradecía que ambos sujetos estuvieran lejos de Kath, su papá estaba en suramérica y el otro tras las rejas, estaba solo en ese país así que no había quien pagará su fianza que por cierto se ocupó de que fuese bien alta. —Mantenme informado de los movimientos de este sujeto — señaló la carpeta donde estaba la información del papá de Kath— si sale del país avísame —Está bien, aunque… No creo que lo haga, no tiene pasaporte y tampoco tiene dinero como para un viaje tan largo. No tiene dónde caerse muerto… ¿Puedo saber el porqué de tu repentino interés?— Es mi sumisa, y necesito toda la información posible. —¿Tu sumisa?... Espera… ¿Zoe sabe…?—Zoe no tiene porque opin
Me perteneces Capítulo 55Cuando el hombre de la recepción la vio salir del ascensor hecha un mar de lágrimas se preocupo, en parte porque pensó que estaba viendo visiones, es que, a ver, se supone que la había visto salir horas antes y no la había vuelto a ver hasta ahora ¿En qué momento regresó? Pero cuando la vio regalarle una leve sonrisa supo que ella era la Kath de siempre y la otra obviamente tenía que ser su hermana. La vio caminar hasta las puertas de vidrio y limpiar con el puño de su suéter las lágrimas. No le gusto en lo absoluto verla así, tan… frágil, iba a ir tras ella pero el eco de unos pasos lo alertaron y corrió en busca de Kath y la tomó del brazo llevándola al mostrador para que se escondiera allí. Si estaba en esas condiciones era porque algo le habían hecho y tenía que ser muy grave, porque ella no era una mujer de andar llorando por los rincones.Así que ahí estaba Kath, hecha un ovillo bajo el mostrador de la recepción, sabía que no le daría tiempo de lla
Me perteneces Capítulo 56Edan D'angelo Una vez que estoy nuevamente en casa, voy a la cocina por un vaso de agua, y nada más entrar la gata de mi mujer maulla, en señal de protesta. —Tu no me digas nada — le digo caminando hacia la nevera de dos puertas, me estoy volviendo loco al estarle hablando a una gata —que ya se la he cagado.— abro la nevera y me sirvo un poco de agua. Dejo una de las puertas abiertas mientras bebo un poco del agua fría y puedo ver qué está hasta reventar de cada cosa, hasta hay un gran pote de mantequilla de maní. No entiendo porque sigue habiendo eso en casa si se supone que le hace daño a Kath. A ver, soy sádico pero tampoco voy a poner en riesgo la salud de ella. Algo dentro de mi se remueve y una punzada de molestia se me clava en el pecho. Enserio la he cagado a lo grande, merezco un premio por ser estúpido. Caray, jamás he sido de ir tras una sumisa, si ellas no querían continuar con los juegos pues… nada, ahí terminaba todo, tampoco era como qu
Me perteneces Capítulo 57Uno… dos… tres… Contaba Edan, respirando al tiempo que trataba de controlarse……Veinte… veintiuno…Estaba bajo la ducha, la lluvia artificial caía sobre su cabeza, empapandolo por completo, el agua estaba fría, muy fría, según él, para tratar de aplacar las ganas incontrolabes que tenía de…A la mierda la estúpida contadora, eso no lo calmaba ni un poquito.Apretó con fuerza su mano izquierda donde tenía la prenda de Kath mientras que con la otra apretaba la base de su “Edaconda”, así lo había llamado ella la última vez que la hizo suya.Movió la mano por toda la longitud de su miembro al tiempo que se alejaba un poco del agua para que no mojara la prenda que apretaba recientemente con su mano, eran las bragas de Kath que una vez usó para limpiar sus nudillos. “Parezco un puto sádico pervertido” Ya no olía a ella, y como no, Habían pasado cuatro semanas, cuatro terribles semanas de abstinencia. Un puto mes desde la última vez que la vio y la tuvo entre
Me perteneces Capitulo 58¡Rayos! Kath no sabía si reir, llorar o simplemente hacer de que no sabia quién era ese hombre que vestia de negro y de cabello alborotado ¿No sé había peinado? ¿Porque? Bueno y ¿a ella que le importaba?. —Ho.hola — dijo con los nervios a flor de piel. Trago grueso y paso la lengua por sus labios que de pronto los sentía seco. Edan no pudo evitar mirar esa acción y Kath se dió cuenta —¿Como me encontraste?— pregunto en español, viendo que habían unas chicas cerca de ellos viendo los test de embarazos y no le apetecía que supieran de que estaban hablando. —Tengo mis contactos. — le dijo dando un paso más cerca de ella, y Kath no se movió, no porque no quisiera, es que a ella los nervios y el susto la paralizaban.—¿Y que quieres?—A ti…¿Que? No, con él no se iba ni loca. Bufó, y coloco la cajita que tenía en la mano en el carrito. Y siguió caminando por los pasillos. Pasaron junto a las chicas y se quedaron embobadas por la presencia de Edan.“Pobre
—¿Es en serio?— dijo Kath cuando estaba en el asiento de la enorme camioneta, y es que cuando se estaba colocando el cinturón de seguridad su vista fue directo al espejo retrovisor. —¿Te gusta? — dijo Edan luego de poner la llave de contacto y encender el motor del auto, este rugió potente. Un cosquilleo se asentó en el interior de Kath al ver que Edan se acercaba a las bragas que estaban guindadas en el espejo retrovisor y las acercaba a su nariz— es un lindo recuerdo, además que decora perfectamente la camioneta. — Estás loco — ella se cruzo de brazos, indignada ¿Como se le ocurría tener su ropa interior ahí? Como si fuera algún adorno o algo ¡Por Dios! Eso era muy... morboso. ¿O era una especie de fetiche?Edan solo se encogió de hombros y salió a la avenida con una destreza increíble, ella se había puesto el cinturón nada más sentarse, no quería que por haber tanta nieve sufrieran un accidente. Pero claro, ella no sabía que Edan era muy bueno conduciendo incluso, nevando. En s
Me perteneces Capitulo 60Edan veía anonadado como Kath se comía la mitad de un banana split con… sal, él creía que había visto todo, Pero no era así, la mujer que tenía frente a él comía como si nada su postre salado, la verdad no le apetecía, pero iba a negar que le gustaba verla comer, disfrutando de ese helado. Cuando Kath se dió cuanta de que solo ella estaba comiéndose el helado y Edan estaba como un pendejo mirándola comer, se sintió realmente apenada.Se movió incómoda en la silla y dejo la cucharita con la que estaba comiendo clavada en las íntimas porciones de helado, no comería más ¿Que pensaría de ella? De seguro que era mal educada, porque comía como si no hubiera un mañana.Con todo el pesar que pudo sentir por el helado dejo de comerlo y limpio la comisura de sus labios con delicadeza para quitar cualquier rastro de helado que haya quedado. — Estaba... Delicioso, gracias— murmuró frotando sus manos bajo la mesa. —Aún no has terminado.— Edan señalo con la cabeza lo p
— Tú... me gustas, Edan ¿Bien? lo dije, pero eso no quita el hecho de que me fallaste, confíe en tí — su voz tembló un poco— ¿Porque siempre los hombres me hacen daño? — murmuró más para ella. — Yo no quería hacerte daño, nena— le limpio el rastro de una lágrima solitaria — escúchame, mi intención jamás fue esa, ese día no me dejaste explicarte, si, se que tuve que hablar contigo primero, explicarte lo que estaba haciendo pero pensé en decírtelo luego. — ¿Decirme que? Habla de una buena vez, Edan.— Mandé a investigar a tu padre — Kath frunció el ceño ¿Para que lo quería investigar? Ella se había separado de su familia y ya está, no había vuelto a saber de él. Si a ella no le interesaba saber de su padre ¿Porque a él si?— ¿Por qué?—Solo quería mantener vigilado a esos dos miserables que te dañaron en el pasado— le comento Edan, el no quería mentirle, mas bien queria arreglar este desmadre de una vez por todas. — Pero cuando ví el in