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No mentía Zack cuando dijo que dormiría toda la noche, luego del sexo desenfrenado durmio como un oso.

Era medio día cuando despertó.

Las marcas en sus muñecas eran visibles y las nalgas, rayos le ardían pero no iba a quejarse, de solo recordar lo que le hicieron esa noche la hacía suspirar, sentía que era una locura, sentir ese grado de placer, y más estando embarazada, luego de haber tenido una buena ronda de sexo cayó en cuenta de que si seguía así podría afectarle a los bebés pero ignoro ese pensamiento olímpicamente cuando se percato de que todo iba bien, nada le dolía aparte de su trasero, rayos, Ethan si se lo abrió de verdad.

— Despertaste, que bueno, ya podemos ir a casa. — le dijo Zack

—¿De verdad?

— Si, ¿Te quieres duchar o quieres salir así? Ya los obsequios están en la camioneta y uno de los bolsos también lo demás está aquí por si quería ducharte primero.

—Por supuesto, voy a darme una ducha, huelo a sexo.

Una carcajada salió de él, le gustaba oírlo reír.

—vale, te esp
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