Zoe había dejado descansar a Kath, se quedaría lo que restaba de noche en el hospital y ya mañana iría a casa a descansar. Por más que Kath le insistió que estaba bien Zoe no dió brazo a torcer, se iría a casa y punto. Sabía que era fuerte pero en cualquier momento se podía quebrar y es que el pasado de Kath no había Sido muy agradable en cuanto a lo amoroso se tratara. Y con lo vivido hoy ella estaba preocupada de que cayera en depresión. Salió de la habitación de Kath y se dirigió a su oficina, hablaría con su esposo, si era necesario llevarse a Kath a su casa para que estuviera tranquila lo haría sabía que Derek no se pondría pero igual le comentaría lo que tenía pensado. Al entrar a su oficina vio a su hermano, Edan, sentado de lo más relajado con los pies sobre su escritorio.Tenía en las manos una carpeta de expediente clínico. —¿Cuando pensabas decirme? — le pregunto Edan aún sin quitar la vista de los papeles ni bien Zoe cerró la puerta. — ¿Decirte que? Y baja tus pies
Había despertado con dolor en el hombro.Ese miserable realmente la había maltratado, lo que no entendía era el porque de su manía con tratarla mal, desde que ella había llegado al hospital todo iba bien hasta que un par de meses después llegó George, el nuevo doctor de emergencia, era como si ella detonará algo en el que lo molestaba. Sus constantes actos de racismo la obligaron a poner una queja en la dirección del hospital, hospital que es dirigido por Zoe, y era lamentable para el pero ella no estaba de acuerdo con sus actos racistas así que le dió un ultimátum, porque la buena de Kath no había querido que el hombre se quedará sin trabajo. Y así era como le había pagado ese miserable. Suspiro y froto sus ojos, necesitaba saber que hora era, tenía que volver a trabajar. Salio De la habitación y fue al área de enfermeras por sus cosas de aseo personal y una muda de ropa. Se dió una ducha rápida y salió a su área ya bien tarde era como para andar dando vueltas. —¿Que haces aquí
— ¿Si, querida?— dijo Diana nada más descolgar el teléfono —Mamá, mandé a Kath a casa ¿Puedes creer que quería trabajar?Diana bufo y rodo los ojos si que era intensa Kath— es lo mejor tiene que descansar. —Si, por eso la mandé a casa, pero puedo asegurar que no ha desayunado ¿Podrías llevarle algo de comer? No he ido a comprar la comida del mes.—ah no te preocupes, ya ella la compro hace unos días, tu papá la acompaño. Le mandaré comida para que estés más tranquila, estoy en una junta con tu papá, no podré ir personalmente.—oh, está bien, mándale saludos a papá Ethan. — Ethan está de viajes de negocios viene dentro de una semanas, estoy con tu papá Zack... Cariño la niña te manda saludos... —dijo Diana acercándose a su esposo Zack para que la escuchará mejor y coloco el teléfono en altavoz— Te amo preciosa y deja a Kath tranquila, está grandecita como para saber lo que le conviene —Papá...—Zoe, es en serio, déjala tranquila, por todos los cielos, por alimento no te preocupes
Había llegado del trabajo un tanto cabizbaja y es que la única forma de no sentirse... triste era distrayendo la mente. Quería ser fuerte e indiferente con lo que le había sucedido hacerle ver a Zoe y a Diana que ella estaba bien y que realmente no le estaba afectando nada. Que simplemente era un mal día. Pero lo cierto era que no. En su cabeza no dejaba de resonar esas palabras despectivas que fueron dirigidas hacia ella con tanto odio. Por alguna razón la llevaron al pasado, esas mismas palabras se las decía él, zorra, gorda, buena para nada.No había forma de que ella lo complaciera, nunca era suficiente para él o por lo menos eso era lo que él demostraba. Cuando llegó al departamento era un mar de llanto, se cambió por que ya se había bañado en el hospital y zoe no la habia dejado Laborar así que no vio motivos de volverse a duchar.Se paró frente al espejo de cuerpo completo que tenía en su habitación y vio su reflejo. Estaba delgada, y mucho, podía ver el hueso de su cla
Someter¿Sería capaz de dejarse someter? ¿Al cien por ciento?No creía que pudiera hacerlo pero de algo estaba segura, se dejaría llevar, solo está vez. Una vez más. Trago grueso al sentir la erección de Edan y eso le gustó, por ella estaba así, y eso la prendía. Sintió la nariz de él rozando su cuello y le causo escalofríos.Dios de verdad creía que estaba loca. Otra escena con él ¿En serio?No entendía como podía dejarse llevar tan fácil por él. Y no es como si la estuviera obligando, bastaba con pedirlo una vez y ya estaba. Cómo hace rato, nada más sentirse restringida de manos y eso era suficiente para estar alerta pero sobre todo tranquila.— entra — su voz salió baja pero ronca.Kath gimió al sentir la suave y mullida alfombra. —Joder, nena.— olió su cabello y apretó su cuello, Pero no tan fuerte para permitirle respirar fácilmente — ese es el sonido que te quiero seguí escuchando. Por alguna razón una estúpida razón que el la tuviera así, la relajaba. Y él lo noto al ver
Pov Edan D'angeloCuando era pequeño, como de unos seis años, me gustaba defender a mi hermana, no solo porque la molestaban sino por lo bien que se sentía verlos llorar. Luego, en la adolescencia era implacable, cualquier chico que quisiera enamorarla le partia la cara, no toleraba siquiera imaginar que jugaran con sus sentimientos. Me volví en chico problema de la secundaria, estaba metido en peleas solo por el simple hecho de que me gustaba verlos sangrar, llorar de dolor y si caían inconscientes era una victoria para mi. Algo dentro de mi accionaba al ver el sufrimiento y dolor ajeno. Mis padres se preocuparon, pensaron que tenía algún problema psicológico y la verdad era que no. Esas ganas de disfrutar del dolor ajeno no eran solo en las peleas, cuando follaba, ahí era cuando más me gustaba. Verlas suplicar cuando las azotaba o las ataba por horas era simplemente glorioso.O eso creí, hasta que tuve mi cachetada de realidad cuando mi papá Zack me demostró que esa no era la
El le había dicho que sentiría placer y si que lo estaba haciendo. Se sentía vulnerable por la forma que estaba. De rodillas, con el culo al aire, la cabeza contra el piso sintiendo las suaves hebras de la alfombra haciendo que no se lastimara la cara y con los tobillos y las muñecas enganchados a la barra.Con unas tijeras se había tomado su tiempo de volver trizas su pijama.Estuvo tentado en usar unas de las tiras para tapar sus ojos, pero no, el quería verla cada y que ella lo mirase en cada momento.Esos ojos marrones y su tono de piel la hacían ver diferente. En serio no sabía que tenía ella que le llamaba la atención. Tomo la fusta y acaricio su espalda con las hebras de cuero para luego fustigarlo, Kath arqueo la espalda más por la impresión que por el dolor, realmente no le había dolido era soportable el ardor que produjo la fusta. Uno. Dos. Tres fustigazos más sobre su espalda hicieron que Kath quisiera levantarse, pero era realmente imposible. Dos más en sus nalgas y
Me Perteneces Capitulo 22Por la santísima mierda. Lo que estaba sintiendo era… era… era de otro nivel. Edan la besaba ávidamente y eso la tenía con las endorfinas por las nubes, estaba realmente exitada sentía sus piernas tan empanadas que la cama estaba muy mojada. Se sorprendió cuando sintió que estaba sollozando. Quería llorar de lo increíble que era pero quería algo más. Sentía que quería sentir algo más.No supo en qué momento que quitó las restricciones de los tobillos y la dejo en la cama. —ya probé tu deliciosa boca ahora quiero tu rico coño. Le dió un palmetazo en su intimidad luego otro sintiendo el chapoteo de sus fluidos para seguido lamer toda su longitud y probar todo de ella. — Sabes endemoniadamente bien.Y así era, ella tenía un sabor diferente, inusual, y eso le gustaba quería beber de su elixir por mucho más tiempo, y quería que fuera solo para él. Kath lo observaba metido entre sus piernas lo tomo por el cabello tirando de el trstando de hacer quien sabe