SORIANA

La noche cae y de nuevo estoy en la mansión, recordándome mi angustiante y sofocante situación, es una casa tan inmensa, tan llena de cosas materiales, pero tan vacía, solitaria y desconocida. 

No me siento bien al llegar aquí, pese a que meses atrás lo único que soñaba era poder vivir en la casa de mi esposo felizmente pero ahora me pregunto ¿por qué las cosas tenían que ser así?

Me pierdo en mis pensamientos mientras camino en dirección a la cocina, mi esposo no estaba en casa, porque tuvo que ir a la oficina, tiene un caso pendiente y no hay espera, lo bueno es que mi amiga Kalesy lo acompaña y eso me tranquiliza mucho. 

Me doy un baño que relaja de mi cuerpo y me pongo la pijama. al parecer no hay nadie y voy a la cocina en busca de un vaso de leche para beber. Es raro la soledad de la casa, tanto que no escucho a ninguna empleada solo los hombr

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