Luego del almuerzo, nos dirigimos a la oficina, Ani nos acompañó.Todo medio mundo sabía que Ken tenía una hija, pero algunos desconocían quién era su madre.—Hola Ani —Sofía saluda a la pequeña al entrar.—Hola —responde la niña. No soltaba la mano de Ken, ni se daba cuenta que yo me estaba alejando a la oficina.—Ken —voltea—tienes que trabajar yo me quedo con ella...Él mira a la niña, pero ella nació siendo actriz y por supuesto lo convenció—tranquila ella se queda conmigo.—Entonces ten —saco de mi cartera los colores y su cuaderno—para que dibuje y no te moleste.Me dirijo a la oficina y Sandra no está. Debe de haber ido al baño.Me quedo estática por un instante al ver a Pedro en mi oficina.—¿Que haces aquí? —pregunto fría.—Debemos hablar sobrina —ese tono asusta, pero he aprendido a mantenerme firme.—Si ¿de que? —lo miro directo a los ojos—no tengo mucho tiempo.—Pues me llegó una solicitud de tu abogado para ceder algunas acciones de esta empresa a tí, ¿me puedes explicar?
—Hola pasa —digo a Ken que acaba de llegar al departamento.—Rosey ten —me pasa un juguete para Ani.—Ani no está... Salió al cine con Klaus y Claudia.—¿Estamos solos? —asiento.—¿Algo de tomar?.—Estoy bien gracias... Lamento lo que pasó hoy. Perdón si me atreví y hablé de más...—Te agradezco todo lo que has hecho y la que tiene que disculparse soy yo. Te he metido en este rollo y ahora todos piensan que estamos juntos —bajo la mirada pero el me levanta el mentón.—¿Te molesta que piensen que eres mi mujer?.—Ahh —trago saliva—Yo te preguntaría si te molesta que la gente piense que soy tu mujer.—Esto aclara tus preguntas —se acercó más y me besó. Me estrelló contra el mesón de la cocina. El beso no se compara como el que me dió en la empresa. Separó nuestros labios—Dime Rose, respóndeme a mi pregunta..m—¿Esto responde a tu pregunta? —me atreví a empezar con el beso pero no tardó mucho en dominarlo él.Nuestras manos rozaban cada parte de nuestro cuerpo hasta sentir en mi vientr
‹Ann Arbor›Regresar a éste lugar.Traté de huir pero ahora en este lugar es donde tengo que enfrentar mis demonios.—Rosey —la voz de Joey me saca de mis más profundo pensamiento.—¿Joey Wesson? —entre gritos de felicidad nos abrazamos.—Desde que me dijeron que apareciste no he podido dejar de pensar en nosotras —se limpia las lágrimas—Oh Rosey.—¿Sólo Rosey? —carraspea Ken.—¿Ken? ...¡Ken! —lo abraza.Desde chiquitos había una linda amistad entre todos y ahora luego de años de gran ausencia nos encontramos en el aeropuerto de Ann Arbor.—¿Y esa pequeña? ¿Es Ani? —se agacha y la mira—hola Anna soy Joey —le dio un beso —Hola —se esconde detrás de Ken. Si no la conociera diría que es penosa.—Vamos al hotel —dice Ken—Irons nos apartó una habitación.—Ni hablar de eso, mi padre los espera en la casa y tiene las habitaciones arregladas.—Yo elijo a que Jeremy. No quiero pasar el hotel del patoso de Lucas Irons.—¿Lucas Irons? ¿El chico lindo del hotel? —pregunta Joey.¿Cuando se unió C
Al fin.Al fin el día del juicio había llegado.Esas caras, no podía mirar a otro lugar que no fuera el de ellos.Pedro con su esposa y Grace, tanto daño que me hicieron, lo que me robaron.Todo pasaba en cámara lenta, testigos, pruebas, acusaciones.¿Será que se saldrá con la suya?Yo solo quiero lo que es mío, ha decir verdad no es el dinero, sino el valor (no monetaria) que mi padre tenía a esa empresa, la relación de los Tessier—Lavigne con los Hansen.—Ella tomó la decisión y ya estaba emancipada. —fue la vana respuesta de el hombre que había peliado por mi custudia delante de la leí para velar por mi seguridad.«Ohh» eso me saco de mis cavilaciones.¿Emancipada?Sólo tenía diecisiete años.Era menor de edad—¿Puede explicar por qué dice eso? —le pregunta su abogado a Pedro.—Fácil, ella se fue de la casa y estaba embarazada y antes de irse firmó los papeles, según la ley ya estaba emancipada.Lo odio.Sabía que metería a Anna en esto.No dejaré que me afecte.—Sin más jueza, no
Este lugar me traía malos recuerdos pero ahora Ken estaba creando nuevos y maravillosas memorias.Los parques, los restaurantes, el ambiente, todo, absolutamente todo era transformado a mi alrededor y sólo el responsable era Ken.La presión de un peso en mi abdomen me impide moverme.Levanto la cabeza y es mi pequeña Ani y Ken Recuerdo que estaba con Ken pero no recuerdo que Ani se acostara con nosotros.Y como si me leyera el pensamiento.—A media noche ella se paró y pidió dormir con nosotros —respondió Ken a leer mi cara—Lo siento —traté de excusarme.—¿Que sientes? Haberme hecho el hombre más feliz del mundo —tan de mañana y me provoca tirarme encima en sus brazos pero mi hija está por medio.—¿Como dormiste? —le pregunto con una gran sonrisa—Dormí de maravilla mi amor... ¿Y tú?—Yo dormí bién, si soy sincera no recuerdo ningún sueño, me siento relajada, sólo que me levanté con acidez, el vino de anoche lo siento subir por mi garganta.—Yo estoy bién, quizás sea la comida amor.
Han pasado dos meses y ha habido cambios.La sorpresa en la caras de todos al saber que vendrá una mini Roselyn o un mini Ken.Claudia y Klaus. «Oh my God» Están más que felices y ni hablar de mis suegros y Jeremy y su familia.Quien diría que después de estar con un hombre que me engañó como Peter estaría con Ken. Jamás imaginé que estaría con Él. Ni se me pasó por la cabeza que el niño de mi infancia me pediría casarme con él.Tampoco mi hija. Ahora ella tiene un padre y un hermanito que viene en camino. Mi amiga ahora está con Klaus. Planean vivir juntos.¿Que sucedió?¿Llego el amor? Y pesar lo que pasamos.No voy a decir que mi relación con mi tío y su familia está arreglada. No señores.Lo pasé por alto, pero no quiero nada que ver con él ni su hija ni su esposa.Ni hablar de mi futura boda. Aún tengo miedo de ese paso.Estoy viéndome en el espejo. Viendo como mi pequeña y plana barriguita está siendo abultado. Siento desde mi interior que es un varón. Cuando estuve embarazada
Resignada en el sofá del departamento el sueño me domina, siento una oleada de pesadez en los párpados, me cuesta mantenerme despierta debo parecer un zombie. En el pleno forcejeo en cabecear las puerta del departamento es abierta dejando ver a un Ken en mal estado, borracho, despeinado con la ropa arrugada oliendo a alcohol y una sonrisa de esas que los borrachos dan con descaro. Hace maniobras para cerrar la puerta hasta que se da cuenta de mi presencia. —Amor estas despierta —se tambalea apoyándose con la pared hasta llegar al sofá donde me encuentro y dejándose caer en la cabecera de ésta, cerca de mis piernas donde puedo ver perfectamente su rostro y sus ojos dilatados y su aliento desagradable a alcohol. —Si ¿donde diablos estabas? —especto molesta. —Shhh —pone su dedo en la boca—estaba pensando —se ríe y eso me molesta más. —¿Pensando? —bufo—emborrachandote —mis ojos se van a salir de mis órbitas por la ira. —Es que tu ya no me quieres —se acerca al vientre—yo los amo a
20 AÑOS DESPUÉS Camino por la estancia de mi casa, cada habitación, la cocina, el jardín. —Allí está... —por fin lo encontré. Camino a su dirección. Ese hombre que veinte años atrás me brindó felicidad. Su cabello negro ahora mezclado con canas. Cada vez lo amo más y me enamoro más de él. Amo su paciencia, dedicación, protección y todo de él amo. —Te estaba buscando cielo... —me acerco —Y me encontraste... —ríe —Si —me siento en su regazo, está viendo hacia la nada en dirección a la hermosa vista que nos regala el jardín trasero de la casa. —Fue la mejor decisión de mi vida, al principio pensé que regresar a este lugar me costaría pero ahora me siento demasiado felíz a tu lado, con mis hijos... —¿Te he dicho que te amo? —No me acuerdo... —Te amo. —beso —Hoy llamó Ani, tu estabas con la vecina. Dijo que regresa para pasar sus veinticinco años con nosotros... —Nuestros hijos están grandes... Estamos viejitos. —No amor, estamos en la flor de la vida. Tu eres mi Rose y ten