A la memoria de Hana vino aquella tarde cuando después de concertado su matrimonio y Ashraf fue a su casa y su padres lo dejaron un momento a solas para que platicaran y ella solo se había limitado a mirarlo con odio
—No me mires así como si me odiaras- había afectación en su voz al pedirle esto.
Ella mantuvo su mirada fría y donde el brillo de sus ojos verdes mostraban el cumulo de emociones que había en su interior.
-—Lo odio, lo odio con toda mi alma- soltó finalmente ella con toda la rabia y la impotencia que tenía dentro de su corazón
El la miro entonces con frialdad, con prepotencia y orgullo para lanzar su sentencia definitiva.
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El domingo Rosee la invito a un almuerzo familiar y aunque a ella le hubiera gustado declinar esa invitación ya que mantener ese círculo de amistad solo avivaría las esperanzas de algo que no podía ser accedió ante la insistencia de Anabel.Un día diferente, un día sin Ashraf, un día, el último día donde Vincent y ella serian pareja, al menos le debía esto, antes de destrozar sus ilusionesSin embargo su destino, si quería colocarle un nombre no le permitiría tener un día de paz y alegría.Al llegar a la casa de los Macallister encontró a Ashraf muy instalado y cómodo hablando con Rosee y Anabel, quienes habían reforzado sus lazos fraternales.Ashraf al verla endureció su rostro y le lanzo una mirada matadora y ella solo trato de esquivar su penetrante mirada.Desde el día de su cumpleaños As
Hana regreso a la terraza y se sentó al lado de Anabel.Ashraf no estaba y Anabel le dijo que estaba atendiendo una llamada de su padre.Hana noto lo nerviosa que se puso Rosse ante la mención del padre de Ashraf, si duda aun los recuerdos doloroso de su violación dolían.Anabel anuncio que era el momento de abrir los regalosRosse le regalo una preciosa pulsera de plata con incrustaciones de ónix azul marino, por su parte Anabel una preciosa y costosa cartera Cartier, y llegó el turno de Vincent quien la tomo de la mano e hizo levantarse, pudo notar expresiones de felicidad en Rosse y Anabel como si fuesen las cómplices de lo que iba a suceder.—¿Qué pasa?-pregunto ella nerviosa
Días después Vincent entro en la oficina de Hana y fue directo al grano—Hablemos-le pide con esa mirada triste que la mata.—Vincent no- niega no teniendo el valor de enfrentarlo. ¿Que podía decirle?“Te he mentido, estoy casada y estoy enamorada de mi esposo- ¡Podría ser tan cruel!Vincent noto una caja sobre el escritorio de Hana y donde había guardado varios de sus pertenencias personales, como unas libretas, su mata de cactus, los vasos y un portarretratos con la foto de su familia y cuestiono—¿Qué significa?—Que me voy, renuncio a Macallister—Hana no te hagas esto, soy lo suficiente madu
Avanzada la noche Mesick que ya había ingeridos algunas copas de licor no se aguantó y fue a buscar a Anabel que estaba en la pista bailando con Marcus y aprovechando el cambio de música claro esta los celos que le producían ver a Anabel con aquel hombre, él no iba a arriesgarse a perderla así que decidido fue hacia la pista.—Me permites este baile AnabelMarcus lo miro azorado y de malhumor manifestó.—Anabel no es tu guardaespaldas, que clase de atribución es esta.Anabel a quien las palabras de Marcus le sonó a timbal vacío e ignorándolo acordó.—Si Mesick.—Nunca más quiero verte junto a otro hombre-le advirtió Mesick
Hana se despertó muy tarde al día siguiente, se negaba a salir de debajo de las sabanas, todo su mundo en un abrir y cerrar de ojos se había venido abajo, no solo se trataba del hecho de haber sido descubierta en un beso con Ashraf que lastimaría profundamente a Vincent y aunque ya habían roto su relación, le dolía en el corazón hacerlo sufrir, herirlo en su orgullo y en sus sentimientos, también pensó en Anabel que era su amiga, el odio que vio en sus ojos no podía soportarlo y por supuesto Rosse Macallister a quien llego a apreciar como a una madre pero que también era su jefa, por todas estas razones ahora si renunciaría a lo que tanto amaba su trabajo, es era otra cosa que debía agradecer a Ashraf y aunque sabía que era egoísta culparlo solo a él, solo podía pensar que si él no hubiera reaparecido, su vida seguirí
Despertó y la luz de un nuevo día se coló por su ventana, se intentó levantar y de nuevo el mareo la invadió, ya no tenía fiebre pero se sentía muy débil y eso era producto de la falta de alimento del día anterior.Al llegar a la cocina vio a Ashraf preparando el desayuno que consistía en una tortilla, pan tostado, jugo de naranja. Seguía con sus menús básicos.El olor de esos alimentos penetro en sus fosas nasales e hizo que su estómago pidiera a gritos ser alimentado.El volteo a verla y con esa sonrisa dulce que derretía le indico—Siéntate, ya te sirvo.Y ella sumisamente le hizo caso y le hizo desear que este fuera el verdadero Ashraf, su esposo, el que la
Ashraf salía del baño, Por Allah cuando necesitaba este hombre para bañarse, lo cierto es que olía riquísimo, pero la visión de su cuerpo semidesnudo, sus pectorales y el agua escurriendo aun por sus cabellos la dejo sin habla, " ciega, sorda y muda",Solo cubría sus partes nobles con una toalla pero tuvo que obligarse a mirar hacia arriba, porque de pronto se estaba sintiendo muy acalorada y no era precisamente por la fiebre.Ashraf le dirigió una mirada divertida viendo como ella se había sonrojado. Podría su Hana ser más inocente y al mismo tiempo ser tan deseable.Sabía que detrás de la apariencia de esa mujer, se ocultaba una mujer apasionada que descubriría.Solo que no sería en ese momento, pues apenas
Al día siguiente Hana se levantó temprano y aunque su deseo era quedarsedebajo de las sabanas y llorar su terrible desilusión, decidió que no se dejaría vencer por el dolor.Ashraftenía razón en algo ella era una mujer valiente que había sabido defender sus sueños y que se había forjado una vida que nadie le arrebataría,asítuviera que luchar esta vez contra el amor.El amor que sentía por él, y que él había usado para lograr sus fines deshonestos.Ella podía ser para él unratoncitoasustado y el gato furioso que la había hecho caer momentáneamente en su trampa pero lo que ella tenía a su favor era su inquebrantable deseo de ser libre.Por eso esa mañana se