Shaina despertó muy temprano y fue a visitar a Zahida, quien la recibió feliz, con sus tres retoños, que jugaban y al parecer le estaban sacando canas verdes as sus dos padres.

Su cuñado Mesut digno representante de la estirpe Rahamm estaba muy guapo, pero se notaba que los chicos hacían con el lo que les daba la gana, tantos los dos varones como la pequeña Suset de meses de nacida era su adoración.

Esa mañana desayuno con ellos, compartió con sus sobrinos y decidió que visitaría mas tarde a Ayla.

Visitar a Ayla la lleno de pronto de sentimientos contradictorios, porque ir a su casa, era también encontrarse con Murat.

Hace mucho no pensaba en el, de una manera romántica, creía que había terminado de sacarlo de su corazón de alguna manera, pero saber que lo vería, sin duda removía viejos sentimientos.

Pero allí estaba ahora en la puerta de la casa de Ayla y respiro profundo antes de tocar el timbre.

La puerta se abrió y su amiga Ayla la recibió con un abrazo y una gran sonrisa de emoci