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Capítulo 10

Cumpleaños 2/3.

Todos se encontraban conversando con Sara-Lee para distraerla de mi conversación con Alanna.

- ¿Viste cómo le habló a ese tipo? -Dijo ella, haciendo obvio su orgullo.

Yo también estaba orgulloso.

-Si, fue asombroso el modo en el que se comportó, nunca la había visto así. - Murmuré a mi melliza.

Honestamente, esa chica nunca dejaba de sonreír a menos que esté muy molesta y esta era una prueba de ello.

¡Mierda! Me puso muy caliente eso. Me importa un culo que está mal que lo diga.

-Yo la he visto solo una vez, es como ver al Diablo a los ojos. - Sonrió la morena. - Tenemos un plan, nos llevarás de compras y le diremos que iremos a una disco, tú nos pasas recogiendo al centro comercial, no llevas a la casa para que nos preparemos y...

- ¿Piensas tenerme como tu chofer todo el día? -Hablé para interrumpirla, ella no me preguntó si yo podía hacerlo.

Quería salir a buscar algunas nenas hoy; sin mencionar, que he faltado a dos entrenamientos y es muy probable que el entrenador Wick quiera matarme ahora mismo.

-Si, ahora pon atención: Te dejaré con Sara-Lee en casa y tu trabajo será distraerla para que las chicas y yo podamos acercarnos al club y organizar todo lo de la sorpresa, yo te llamaré cuando...

- ¿En qué momento me pediste "Por favor" que formara parte de tu loco plan? -Ella estaba tomando decisiones por mí.

Estoy a nada de discutir con ella. 

- Por favor... Ahora pon atención. - Se detuvo para respirar. No me queda de otra, me resigné. - Te llamaré cuando ya sea hora de que la lleves y cuando ya estén cerca del club donde se hará la fiesta, en el lugar que yo te indique, te detendrás con la excusa que tu camioneta se averió.

¿Qué verga?

-¿Y eso para qué o qué?

-Tú calla y déjamelo a mí, por ahora, tu trabajo solo es distraer y transportar el objetivo.

-Está bien.

******

Estaba sentado en mi Jeep, hablando con alguna chica de las que me cogí en la fiesta la otra noche por W******p. Son las 2:00 pm y las chicas estaban en ese lugar desde las 12:00, haciéndome esperar dos horas aquí.

En un momento salieron todas con muchas bolsas en las manos excepto Sara-Lee, quien a lo mucho llevaba tres bolsas. Parecían mareadas y un poco atontadas, en especial la pelinegra.

Al subir al auto, la sentaron en el puesto de delante y el olor a alcohol golpeó mi rostro.

-¿Estaban bebiendo?-Me sentía confundido, Sara-Lee no es de beber y ahora se está cayendo de borracha. Le coloqué el cinturón de seguridad y miré a las chicas, la más sobria es Meghan.

-Estábamos "Probando vinos" y se nos pasó un poco la mano.

¿Un poco? Sara-Lee estaba jugando al avionsito con sus manos, mi hermana se quedó dormida apenas subió y Courtney tenía una peluca negra metida en sus shorts, parecía como si de verdad fuera vello púbico ¡Era asqueroso!

-Tú tranquilo, llévanos a tu casa y apenas haya que comenzar a organizar, las chicas despertarán. - Hizo una pequeña pausa. -Pero... Quizás con Chinita te cueste un poco más, el alcohol no es su mejor amigo.- Habló la rubia dirigiéndole una mirada.

La miré yo también cuando de la nada se abalanzó sobre mí y repartió besos en mi mejilla, cuello e inicios de mis labios.

Algunos centímetros más, y me hubiese besado. Me removí en el asiento por eso.

-¡Chinita, quieta!-Gritó Meghan regañándola.- ¡Ese no es Sam Smith!

Me soltó de su agarre y ajustó su cinturón de seguridad, de manera que Sara-Lee quedó con la imposibilidad de moverse hacia mí de nuevo.

-No lo es... Pero es Caleb.- Arrastró sus palabras.- Y eso es mucho mejor.

Miré a Meghan, quien la estaba quemando con sus ojos.

¿Qué m****a está pasando ahora?

-¡Además!-Gritó con fuerza.- Besaría mil veces más a Caleb que a Sam, y no porque Sam sea Gay.- ¿Coqueteaba? ¿Conmigo? Sonreí de lado, era chistosa cuando estaba ebria, nunca la había visto así.

-¿Ah sí? ¿Y entonces por qué? - Quiero probar qué va a decirme.

-Porque tú m...

Una mano sobre su boca la interrumpió.

Era la mano de Alanna, que precisamente se levantó para arruinar el momento.

¿Yo qué?

La curiosidad me pica horrible. ¿Y si es que yo le gusto? ¿Acaso es eso posible? 

Obvio no, le pegaba mocos en sus lazos de princesas cuando éramos niños.

-No hables más con ella y conduce a casa.- Arrastró Alanna.

Parecía nerviosa pero mareada, de pronto ya no estaba tan ebria, aunque de igual forma sus ojos estaban llorosos y desorbitados.

Obedecí sin hablar más, mientras Sara-Lee colocó "Love of my life" De Queen, esa canción me suena, pero nunca termino de recordar de qué.

****

Se supone que estas mujeres se están terminando de preparar y a Sara-Lee, que apenas podía mantenerse en pie.

¿Cuánto vino ha de haber tomado?

-¡Fantasmita!- Gritó mi melliza.

Subí las escaleras con velocidad cuando vi a las tres chicas listas y a la pelinegra dándole un trago grande a su Sprite.

- ¿Pasa algo?

-Distraela a partir de ahora, ya nos vamos. - Susurró mi hermana y salió con velocidad de la habitación con Meghan y Courtney siguiéndola.

Miré al interior y vi a Chinita sentada en el borde de la cama, con una Sprite a la mitad. Me miró y sonrió, caminó hacia mí y me abrazó.

-¿Por qué tomaste tanto?-Esperé una respuesta medianamente decente pero solo alzó los hombros, como diciendo "No sé" y no le dio importancia.- A ti ni siquiera te gusta como sabe el vino, Sara-Lee ¿Te sientes bien?- Esperé que me diera su típica respuesta de "Estoy bien, tranquilo" y toda esa m****a.

Pero lo que dijo me tomó por sorpresa.

-No. - Fruncí el ceño.- ¿Sabes? Es difícil tolerar ser acosada, se siente horrible.- Hablaba con un poco más de facilidad pero, si estuviera sobria, jamás admitiría estas cosas.

-Lo sé, pero tampoco dejas que te ayudemos.- La separé un poco de mí y recorrí su rostro y su cuerpo con mis ojos.

Estaba preciosa, vestida sencilla como siempre, con un poco de maquillaje y ese tipo de jeans ajustados que tanto le encanta y le hace ver tan sensual.

-Es que ustedes me tratan con guantes de seda, como si no pudiera hacer nada por mi cuenta y no es así.

-Tu siempre nos ayudas a todos, no queremos que la pases mal nunca, y si en algún momento tuvieras novio, primero debe pasar por la aprobación de todos nosotros.-Dije autoritario.

Sara-Lee ha tenido un solo novio en toda su vida y la trataba de lo peor. Desde ese momento, a los 15 años que terminó con ese imbécil, no tuvo más parejas, solo "Follamigos".

-No estaría mal pertenecer a alguien ¿Sabes?-Sonaba muy extraña.

No me miraba a la cara y yo no podía parar de observar lo preciosa que se miraba.

Al parecer el alcohol ya estaba desapareciendo y su cuerpo lucía aún más apetitoso que todos los días.

No usaba mucho maquillaje por eso cuando lo usa, como hoy, destaca más que nunca.

De la nada, sentí como si la mirara con otros ojos.

Dejé de enfocarme en la manera en la que sus senos se salían del top azul que tenía y me fijé en la manera de sus ojos escapaban ansiosos de los míos.

Retiré mi vista de la forma en la que sus curvas se veían extremamente sensual en esos jeans rotos color negro, para mantenerme atento a la manera en la que ella debía ponerse de puntitas para alcanzar llegar a mi estatura.

Me sentí raro, era una m****a. Las manos comenzaron a sudarme y no paraba de intentar que me mirara a los ojos.

-¿Alguien?- Mi voz salió en susurros, sin darme cuenta estaba frente a frente con ella y más cerca de lo que nunca he estado.

-Sí.-Me miró por primera vez y no pude evitar acercarme a ella.

De verdad ansiaba probar sus labios sabor frambuesa debido al brillo labial.

Cuando estábamos muy cerca y nuestras narices chocaban, mi celular comenzó a sonar y ella saltó lejos.

Miró al suelo y noté por la poca luz que estaba sonrojada. Se veía muy tierna.

Maldije a quien sea que sea la persona que haya interrumpido esto.

-¿Bueno?- Espeté de mala gana.

-Vengan ahora, todo está listo.-Y colgó.

Era Courtney.

Me enviaron la dirección de una calle, que supongo que es en la que debo detenerme y hacer como si se mi motor no quería encender.

Tomé a Sara-Lee del brazo sin decir nada más y la llevé al auto, ella estaba confundida, pero se dejó llevar por mí.

-¿A dónde vamos? ¿No esperaremos a las chicas?- Dijo al subir al auto.

-Ellas nos están esperando en la Disco, estamos súper tarde.- Solté seco.

Asintió, dándome a entender que no hablaría más y di las gracias internamente porque ¡Maldición! ¿Qué había estado a punto de pasar?

¡Estuve por besar a Sara-Lee! ¿Ni siquiera sé por qué lo hice?

A ella no puedo cogérmela y botarla, me mataría Alanna.

Comencé a conducir, tratando de relajarme.

Saqué un cigarrillo de la guantera del Jeep y lo encendí, a lo que ella abrió las ventanas y luego yo las cerré.

-¿Puedes aunque sea abrir las ventanas?- Sonaba fastidiada, sé que odia el olor a cigarrillo.

-No.- Ok, comencé a ponerme pesado pero, es que de verdad necesito que se calle y no me hable más.

-Aunque sea la de mi lado, me vas a ahogar.- Suplicaba tiernamente.

¿Que a mí nunca me hablaría con dureza?

-Que no, y ya cierra la boca.- Me estoy pasando, pero es que no me puedo controlar.

-Abre la ventana o juro que me bajo del auto.-Amenazó.

Ese tono dulce le quitaba seriedad así que no le respondí.

No estoy obligado a dirigir la palabra a ella si no me viene en gana; es su cumpleaños, sí, pero eso no cambia que solamente estoy haciéndole un favor a mi hermana. Ni siquiera tengo algo que ver con ella.

Seguramente lo del Casi-Beso es porque no controlo mis encantos cuando tengo alguna preciosura en frente, no es que ella me importe. Ni ella ni sus cosas.

-Gracias, mejor cumpleaños ever.- Susurró para sí misma.

Empecé a ignorarla y ella a hacer lo mismo conmigo.

Que sí, que tal vez me estoy excediendo con mi actitud, pero no sé ni siquiera como actuar luego de lo que pasó.

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