—¡Eres malo! —Lucy golpeaba su pecho mientras lloraba desconsoladamente—. ¡Eres muy malo!Alan se dejaba golpear mientras sostenía a su esposa.La atrajo con fuerza y le besó la frente.Lucy se sacudía, chillaba y temblaba en sus brazos, soltando toda su frustración y dolor.—¿Cómo pudiste ser tan cruel? —siguió reclamando Lucy sin dejar de llorar—. Decirme todas esas tonterías y después irte a tu estúpida misión…—Lucy yo…—No me des excusas Alan Hoffman —Lucy se separó de él interrumpiéndolo—. Siempre es lo mismo contigo, tienes que estar haciendo algo peligroso y mortal sin importarte que puedo decir al respecto. ¿Qué pasaría si morías en tu estúpida misión?, mis hijos hubieran quedado huérfanos de madre y padre.—¿De verdad crees que yo hubiera dejado matarme tan fácilmente?—Estoy tan cansada —Lucy se limpió sus lágrimas, estaba tan enojada que no limitaba sus palabras—. Debería haberte hecho caso hace tantos años y rechazarte para que te vayas todo el tiempo que quieras a todas
—¡¿Cuándo vas a terminar?! —exclamó Gabriela—. ¡Te dije que te bañaras no que te acicalaras!Bael salió del baño totalmente húmedo y maldiciendo a Gabriela.Se puso el conjunto de ropa parecida a la ropa que solía usar todos los días bajo los insultos de su hermana, por no tener un poco de creatividad y andar siempre de negro como si fuera un rechazado social.Los dos salieron discutiendo como siempre, una sirvienta se acercó a ellos y les informó que el Rey requería de su presencia en el salón principal.—Seguro quiere que nos juntemos antes de ir al aeropuerto por papá —dijo Gabriela—. Ya sabes, tienes que estar en tus cinco sentidos y mantente fuerte en tu versión de los hechos. No queremos que la manada francesa termine llevándose a Jessy.Siguieron hablando hasta llegar al salón principal. Cuando abrieron la puerta, Gabriela la primera en ingresar se quedó totalmente inmóvil. Alan abrazaba a Alex mientras su gemelo parecía contrariado. Todos los adultos estaban en el salón princi
—Malditos vampiros —Jeremy hizo un gesto de disgusto—. De verdad los aborrezco, exceptuando a Catrina y Junior, daría lo que fuera por eliminarlos a los demás de las faz de la tierra.Alan alzo una ceja, era lo mismo que el penso.—No todos son malos —hablo Dylan sentado al lado de Matt—. Hay muchos como Catrina que llevan una vida lejos de la sangre humana, tengo la teoría que cuanto más tiempo están separados de la sangre humana, más civilizados son.—¿Realmente crees haber eliminado a todos? —preguntó Oliver observando a Alan—. ¿No crees que pudo haber la posibilidad de que quedara a algún altar?—Mi demonio me dijo que prácticamente eliminamos todos los altares existentes funcionales y el ciclo de los 50 años terminó, así quedará algún altar que pasará desapercibido, sería inútil buscarlo porque ya no servirá de nada por los siguientes 50 años y para eso estaré muerto o seré un anciano inservible —respondió Alan.—Hay algo que no entiendo —se preguntó Matt—. Comprendo todo el embr
Jessy nadaba sobre las nubes del placer mientras intentaba focalizar su vista borrosa. Las cosas no habían salido exactamente como ella pensó que pasarían. Cuando se imaginó en verse con Bael, tenía en mente un encuentro más violento y a su nuevo mate enumerando las razones para no estar juntos.Bael llegó más temprano que tarde a su encuentro y en menos de cinco minutos de conversación se habían desnudado siguiendo sus más bajos deseos carnales, culminando lo que no terminaron en su primer encuentro.¿Así es como debía sentirse?Después de sus desgraciadas experiencias sexuales, tuvo una idea errónea del sexo. Lo vio como algo que sólo satisfacía a la pareja masculina y que solo causaba dolor a la contra parte.Sin embargo, Bael había cambiado ese concepto con destreza.Jessy intentaba regresar al plano existencial mientras Bael se desplomaba a su lado jadeando bulliciosamente. Ella se encontraba boca abajo hundiendo su cara en la almohada que había mordido segundos atrás.Los dos no
De todas maneras, habría esperado un sermón extendido sobre la importancia de tratar con honor y respeto a las mujeres y en especial si es la mate de uno mismo.Sin embargo, no creía de quien lo recibía.—Ya te dije que eso de secuestrar mates cualquiera lo hace, pero golpear a una mujer es algo que jamás podría aceptar —decía Alan—. Al menos que esa mujer fuera una enemiga que intentara matar...Bael se contenía de poner los ojos en blanco. Había intentado pedirle disculpas de rodillas a Jessy y esta se enojó por eso.¿Quién podía entender a esa mujer?Tenía que aceptar que mantuvo una relación extraña con Jessy a base de odio mutuo y constantes enfrentamientos entre los dos. Como la vez que junto a Estefan puso alacranes en su mochila y que la picaron a ella y casi toda su clase, incluyendo a Liam, o la vez que puso pegamento a la tasa de su baño y su favorita era cuando puso tinte en su shampoo, llegó a la escuela con el cabello y partes de su piel verde fosforescente.Aunque ella
—¡Papá ya basta! —Bael miraba ceñudo a su papá—. ¡Estás asustándola!Alan miraba fijamente a Jessy.Esta había estado en la cocina de la mansión francesa intentando prepararle una cena a Bael, ya que este le dijo que volvía en la noche.—No sé… —Alan ladeo su cabeza mirando fijamente a Jessy, esta temblaba alzando un cucharón—. Hay algo en ella que se me hace familiar, pero no se…Ya está, se dijo Jessy mentalmente, se dará cuenta de mi parecido con mi madre y será mi fin.—La conociste en navidad —gruñó Bael intentando hacer retroceder a Alan—. Por eso se te hace familiar, ¡Papá deja de invadir su espacio personal!Alan retrocedió un poco rindiéndose.—Si, eso debe ser —hablo sacudiendo la cabeza—. La conocí en navidad y por eso se me hace conocida, si eso tiene sentido.El mayor aclaró la garganta intentando recordar para que había ido a ese lugar.—¡Es cierto! —de pronto se iluminó—. ¡¿Cómo es eso de que aceptaste la mano de alguien que ni siquiera sabías si realmente era tu mate?!
Jeremy se llevó la cerveza a la boca y tomó con satisfacción. Después del recibimiento de Alan, le había tocado doble turno en el hospital, siempre le asignaban doble turno porque la administradora intentaba cubrir todas las horas que Jeremy debía al hospital.Ser miembro activo del escuadrón del Rey, doctor a tiempo completo y padre de familia estaba empezando a hacer estragos en su estabilidad mental. Ya de por sí siempre había sido bastante neurótico. Ahora era tres veces peor.Para coronarlo, tenía que luchar contra su propia familia para que no mataran a su mejor amigo.—Esta vez sí fue grave ¿eh? —Jeremy le dio otro sorbo a su lata de cerveza—. Tienes la cara de alguien con el corazón roto, hueles a corazón roto y creo que, si tuvieras un arma en la mano, te metes un tiro.Jose no respondió, miraba el paisaje con el gesto más triste que Jeremy le había visto.Hace unas horas Jose había llegado sin decir una sola palabra al hospital buscando a Jeremy, su amigo se asustó en primer
Una semana pasó muy rápido para el gusto de Gabriela, desde la discusión con Jose todo se volvió algo confuso. Espero que él volviera a hablarle después de unas horas, cuando llegó la noche, pensó que tal vez había enojado mucho a su novio.Lo buscó en su casa, pero no lo encontró. Simplemente se acostó y pensó en darle a Jose el espacio que necesitaba.Cuando ya su enojo se esfumo puso las cosas sobre la mesa imaginaria en su mente. Sabía que había sido muy cruel con su mate, ella lo sabía, no quiso herirlo. Amaba a Jose demasiado para querer herirlo de verdad, pero estaba tan acostumbrada a decir cosas terribles todo el tiempo sin consecuencias que no se media en lo absoluto.Su familia la entendía, Gabriela desarrolló sus sentidos demoníacos más temprano que su hermano o su primo. Gabriela se alimentaba del mal inconscientemente desde niña sin darse cuenta. No era como Alan, que solía absorber la maldad en cantidades exorbitantes y tener el poder de destruir una ciudad entera. Sin