Al día siguiente, algunas de las familias que fueron invitadas a esa subasta secreta no estaban para nada interesadas en la escama de dragón, y algunas incluso pensaban que era un fraude. Por lo tanto, muchas de esas familias prominentes no fueron a la enorme villa de las afueras de la ciudad.

Pero la mayoría de las familias invitadas querían averiguar la verdad sobre la escama de dragón; por lo que llevaron a unos cuantos guardaespaldas y acudieron a la enorme villa de las afueras de la ciudad.

Cada vez más personas se reunieron fuera de la villa, sin embargo, el propietario de la villa no abrió las puertas, en cambio, el propietario los hizo esperar afuera.

“¿Quién diablos organizó esta subasta? ¡Cómo puede el organizador hacernos esperar afuera y ni siquiera darnos un lugar para sentarnos! ¡Qué arrogante!”.

Un anciano de la multitud resopló enojado.

“¡Así es! El organizador solo nos dio tres tarjetas de invitación, ¿cómo van a entrar mis guardaespaldas? ¡Solo seis de nosot