“Sí, Tanya. Lo que dices es muy cierto. Siento que es encantador y varonil. ¡No me enamoraría de él a primera vista si no fuera así!”. Les sorprendió que Sharon siguiera acercándose a Fane, incluso después de que él básicamente trató de alejarse de ella, y lo mirara como una fan obsesionada.

Fane sintió como si estuviera perdiendo la cabeza lentamente. “Señorita Sharon, usted es una mujer. ¡Necesita tener la actitud reservada de una mujer!”. Esta era la casa de Tanya, por lo que solo podía darle un buen consejo en lugar de ahuyentarla.

Sin embargo, le pareció difícil cambiar la opinión de ella en tan poco tiempo cuando vio sus formas proactivas.

"¿De verdad?". Sharon frunció el ceño. “¿Necesito ser reservada? ¿Te gustaré si soy reservada? ¿Pero no dijo la Hermana Yvonne que a los hombres les gustan las mujeres proactivas? Ella incluso me dijo que es difícil para los hombres conquistar a las mujeres, ¡pero es más fácil si las mujeres conquistan a los hombres!”.

El rostro de Fane se