Zamian suspiró internamente. El hombre enmascarado definitivamente lo etiquetaría como débil si le pidiera ayuda ahora. No quería dejar una mala impresión, así que se olvidó de la idea.

Fane entrecerró los ojos y de repente pensó en un plan. Esta era su oportunidad de escapar ya que la atención del hombre enmascarado estaba en otra parte. Si no se iba en ese momento, moriría con los demás. Pensando en esto, activó su energía interna y usó su habilidad más fuerte.

Quince Espadas del Alma aparecieron en su palma. Había condensado con éxito quince Espadas del Alma en la Sala de las Almas después de absorber los Cristales de Alma Destrozadas. Esas quince Espadas del Alma, que desprendían un brillo negro grisáceo, eran el as bajo la manga de Fane; estaban llenas de un poder indescriptible mientras giraban en la palma de la mano de Fane.

Zamian sintió que su corazón se aceleraba cuando vio las Espadas del Alma. Tenía un mal presentimiento. Sin embargo, no era como si tuviera otra opción