Después de todo, Fane se había preparado mentalmente para todos los chismes que inevitablemente habría una vez que su presencia fuera notada en la arena de combate de las apuestas. Sin embargo, no podía decirse lo mismo de Brook, ya que Wesley y su grupo no dejaban de mirar en su dirección.

Brook suspiró y le susurró a Fane: “Ten cuidado, Hermano Fane. Esa gente de ahí no parece que nos estén mirando con buenos ojos. Apuesto a que Wesley tiene algunos trucos bajo la manga cuando sea tu turno de pelear contra él”.

Él no dudaba de que Wesley haría todo menos matar a Fane y ante sus palabras, Fane solo asintió. Él también se lo esperaba. A Brooke le pareció un poco raro que Fane estuviera tan calmado. Aunque sabía que Fane poseía un poder extraordinario, eso no significaba que pudiera ganar en una pelea contra Wesley, que estaba en la lista para ser discípulo elegido después de haber ingresado hace solo medio año. El poder y el talento de Wesley eran algo que Brook había deseado para sí