“Jaja… ¡Todavía es muy pronto! ¡Hablemos más después de que matemos a estas personas!”. Tom se rio a carcajadas y señaló a Helena mientras decía: “Pero, sería un desperdicio que esa mujer muriera así. Entrégamela. ¡Esa mujer es realmente difícil!”.

"¡Jaja! Sí... ¡entiendo lo que quieres decir!”. El anciano se rio por el comentario de Tom. Era un desperdicio que una belleza así muriera de esa manera.

Incluso él tenía esos pensamientos sobre Helena; no era solo Tom.

¡Fuu!

Luego, Tom apareció justo delante de Helena mientras derribaba a varias personas en unos pocos destellos. “¡Tch, tch! Quién iba a decir que habría mujeres tan hermosas en el continente. Por tu aspecto, pareces estar en tus treinta. Jaja… ¡Me gustan las mujeres maduras como tú!”.

Helena sonrió con frialdad cuando notó la expresión ardiente de Tom. “¿No estás haciendo esto porque tienes más gente? Aunque vaya a morir hoy, ¡te arrastraré al infierno conmigo!”.

La empuñadura de su espada, infundida con Chi de color do