Un anciano suspiró y lamentó su destino.

“Recordaremos sus odiosas acciones. ¡Vengaremos a nuestra gente cuando tengamos la oportunidad de alcanzar el nivel de dios supremo o cuando nos convirtamos en maestros!”, gruñó el hijo del Amo West con los dientes apretados.

El Amo West asintió, pero luego murmuró: "Sí, pero no hay nada más que podamos hacer ahora, además de obedecer sus órdenes".

"Padre, ¿cuántas personas deberíamos llevar con nosotros al Bosque de la Niebla dentro de un par de días?”, preguntó el hijo del Amo West. “Será más difícil salir del bosque cuanto más profundo nos adentremos. Es difícil viajar tanto dentro como fuera de ese lugar, y tampoco tenemos idea de adónde fueron al final esos maestros de hace años. ¿No será peligroso si vamos con ellos? ¡No sabemos nada!”.

“Tienes razón, pero la tentación del nivel de dios supremo es realmente fuerte, y deberíamos hacer lo posible por enviar a más personas allá. Aún así, creo que es mejor si dejamos a algunas personas en