Sofía despierta y mira el reloj a un lado de la mesita de noche y se da cuenta que son las 10:00 m, revira a un lado y ve a Alejandro aun dormido a su lado.

Así que a los dos se le han pegado las sabanas.

No lo dudaba después de la noche anterior que lo menos que hicieron es dormir.

Desde que fue iniciada por Alejandro en su vida sexual, no habían parado de hacerlo, todo el tiempo, el era su profesor y ella se había vuelto una alumna muy aventajada.

Sonrió y deposita un besito en el tatuaje de tigre que esta en su espalda.

Quien hubiera imaginado que el hombre serio de negocios tuviera un tatuaje.

El le había contado que se lo había hecho cuando tenia 16 años, fue su etapa rebelde de adolescente.

El la ha sentido y se gira en su costado par quedar frente a ella y mirarla con esos ojos dulces que la derriten y esa sonrisa perezosa que enternece su corazón.

- B