Sofia despertó encontrándose sola, y su corazón se lleno de tristeza pero al cabo de unos segundo Alejandro el apareció cargando una bandeja con desayuno que puso en la mesita de noche y le dijo mirándola con dulzura

- Ve a cepillarte y darte un baño para que desayunes

Ella accedió feliz de que el estuviera allí cuidándola, mimándola, protegiéndola, es como si el tiempo no hubiera pasado y ella volvía a ser esa adolescente enamorada y el no estaba casado. Este ultimo pensamiento la deprimió y se cuestiono a si misma, que estaba haciendo con un hombre casado, ¿aceptaría ser la amante, la que tendría que compartirlo con otra mujer?

Salió del baño y se acomodo de nuevo en la cama y el coloco la vianda con al comida sobre su regazo. Había de todo, huevos revueltos, tostadas, jarabe de alce, croquetas dulces jugo de naranja y café