Narra Brenda:

La noche comienza super bien, de maravilla. Aunque Peter este ebrio y tendré que llevarlo a casa conmigo, lo que me costará mucho por le peso que tiene él y mi diminuta estatura. Es un esfuerzo que estoy dispuesta a cumplir.

Todo va bien, tomamos en silencio, creo que cada uno esta ahogando sus penas en el alcohol. Solo nos faltaba un poco de compañía para beber y olvidar un poco las cosas.

La noche avanza rápidamente, y me siento un poco ebria, por lo que comienzo a beber menos. No le digo nada a Peter, lo dejo hacer lo que quiera. Me siento un poco mareada, como no nos hemos movido de la barra le encargo al barman a mi amigo y le digo a Peter que iré al baño.

— Vuelvo enseguida, voy al baño —le digo en el oído

— ¿quieres que te acompañe? —me pregunta y me río porque con suerte podrá ponerse en pie

— Estoy bien, tranquilo, no te muevas de aquí —le respondo sonriendo

Me hace una señal como si yo fuera su supervisor en el ejército, poniendo una mano en su frente. Ni