La loba blanca fue lanzada hacia adelante, un ruido sórdido brotó de su boca al chocar su rostro con las rocas.

El hedor a sangre inundaba el aire, los berserks estaban aún más estimulados aunque el hedor que para ellos era exquisito.

Las pupilas doradas se contrajeron, al darse cuenta que estaba rodeada, no importó lo mucho que corrió fue inútil, la familia Winter probablemente ya haya dejado de existir hace algún tiempo y todos los habitantes de la mansión sean parte de su grupo. Cuatro grandes lobos con rayas rojas la asediaban.

La sangre se refleja en el pelaje blanco, Alai se arrepiente de huir, detesto tener que morir de esta forma, si se hubiera quedado con Rodney al menos hubieran peleado juntos hasta el final. El agotamiento físico en estos momentos era agobiante, ella tenía miedo de cerrar los ojos y al final perder el conocimiento.

La hermosa loba blanca al final cae al suelo.

—Lo siento —fue la última palabra pronunciada antes de rendirse, ella llegó a su límite.

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