Capítulo 0426
—Lárgate.

—Ire...

—Estoy cansada.

—Lo siento. —Diego se levantó y se acercó a ella, hablando en voz baja.

Una vez que Diego se fue, Irene se quedó perdida en sus pensamientos. No sabía cuánto tiempo pasó, pero nuevamente sonó el timbre de la puerta.

Irene frunció el ceño, pensando que era Diego otra vez. ¿No había terminado ya? Abría la puerta con rabia.

—Tú...

Pero al otro lado estaba Ezequiel, quien lucía tan mal como Diego; ambos estaban heridos de manera similar.

Irene pensó para sí misma: ¿también viene a pedirme que le ponga medicina? Si lo hubiera sabido, habría preparado un poco de veneno para que aprendieran la lección.

—¿No esperabas que viniera? —Ezequiel rompió el silencio.

—¿Qué quieres? —Irene respondió con un tono indiferente.

—¿No me invitas a pasar un momento? —A pesar de sus heridas, Ezequiel parecía estar bastante cómodo.

—No es conveniente. —Irene fue directa—. Si tienes algo que decir, dilo; si no, cerraré la puerta.

—Por supuesto que tengo algo. —Ezequiel respondi
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