Ava Carter

Desperté desde temprano escuchando los gritos de Raquel rogando para que la sacaran de la habitación, estuve en el baño un par de horas vomitando lo más en silencio que pude evitando que Maximiliano me escuchara hacerlo, no quería que tuviese ninguna sospecha.

Una vez que me sentí más tranquila lavé mi boca mi cuerpo me coloqué algo de ropa que Maximiliano había dejado para mí en el clóset y salí de la habitación fingiendo una sonrisa.

Era justo como Maximiliano lo había dicho, regresar a cómo era mi vida antes, cada mañana salir del cuarto fingir que soy feliz aunque realmente no lo era es lo mismo que tengo que hacer ahora sonreír y hacerle creer que estoy adaptándome a estar aquí secuestrada.

Camino hacia la cocina y como cada mañana decidí hacer desayuno esta vez para cuatro personas, pude ver que Maximiliano le había dado la cena a Raquel.

— Que bien huele— la voz de Maximiliano erizó mi piel. Respira profundo antes de girarme y sonreírle él caminaba hacia mí con una