—No puedo más Hannia, tengo que hacerte mía, necesita estar dentro de mi o siento que moriré, no puedo contenerme más—me dijo casi sin poder respirar de lo excitado que estaba y sentí que su rodilla separo mis piernas, Maximo posiciono su cuerpo entre ellas y mi respiración se agitaba cada vez más, en anticipación de lo pasaría entre nosotros.

Porque ninguno de los dos teníamos fuerzas para resistirnos ante la flama de nuestros cuerpos en fuego.

—Maximo te deseo tanto, hazlo ya— dije sin pensar en lo que estaba diciendo y me deje llevar.

El tomo la parte de debajo de mi camisón, y comenzó a subirlo, extendí mis manos hacia arriba, para que este saliera rápidamente, dejándome solo en panties, pero Maximo no permitiría que ninguna barrera se interpusiera entre nosotros.

Con su mano