"¿Qué te parece?".Shayla mira la pared y arruga la nariz con desagrado. "No me está gustando".Frunzo el ceño y miro a la pared y luego a ella. "Tú dijiste rosado", le recuerdo, y ella levanta su mirada de jade hacia la mía y entrecierra los ojos."Pensé que quedaría bonito, pero ahora que lo veo, lo odio", dice, encogiéndose de hombros.Exhalo y frunzo el ceño pensativo. "Está bien", me muerdo el labio y la miro de nuevo. "Estoy pensando, ¿amarillo?", le sugiero, y ella inclina la cabeza hacia un lado y mira alrededor de la guardería, y asiente."El amarillo podría funcionar. Sin duda alegrará la habitación", suspira y mira el monitor de la bebé para ver cómo está Alaia antes de volver a mirar la pared. "Quizá podamos hacer una pared con su nombre en el centro".Vuelvo a asentir y miro a Shayla. Ya pasaron dos días desde que ella y Alaia se mudaron nuevamente a nuestra casa. Shay está enfadada por tener que regresar, pero día a día espero que su enfado se calme y podamos empeza
"Pues, hace mucho tiempo que no me enjabonan", ella dice, acercándose y arrastrando sus dedos sobre mi garganta."Ya somos dos, cariño", gimo, presionando mi frente contra la suya. No puedo recordar la última vez que tuve sexo, sé que fue hace mucho tiempo si mis pelotas adoloridas son una indicación. "¿Cuándo fue la última vez que te di una buena... enjabonada? Aparte de ese pequeño momento en tu cama hace unas semanas, claro".Las mejillas de Shayla se ponen rojas, y me río cuando me mira con los ojos abiertos de par en par. "No voy a responder a eso. Sal", murmura incoherentemente mientras me empuja lejos de la puerta y me la cierra en la cara."¿Tanto tiempo entonces?", me burlo, presionando mi cara contra la puerta con una sonrisa. "Sé que me deseas, Shayla", le canto."¡Cállate, Cole!", la escucho reclamar desde el otro lado de la puerta antes de encender la ducha. Me río, sacudiendo la cabeza, y la dejo ducharse en paz mientras voy a ver cómo está Alaia.Miro hacia su cuna,
"Nada en realidad, solo intento procesar todo lo que dijo", responde con un pequeño encogimiento de hombros mientras mira al frente, evitando mi mirada. Sonrío y tomo su mano entre las mías cuando llegamos al coche y la hago girar para que pueda mirarme. Shayla jadea cuando su cuerpo se aprieta contra el mío, sus dedos se extienden sobre mi pecho mientras la mantengo contra la puerta del lado del pasajero."Cole, ¿qué estás haciendo?", me pregunta entrecortadamente mientras mira a su alrededor con desconfianza antes de levantar el cuello para mirarme. Le rozo suavemente la mandíbula con el pulgar mientras la miro a los ojos."Recordando", le expreso con voz ronca mientras me aprieto contra ella más íntimamente. "Ese pequeño recuerdo que tuve de nosotros en Niza me hizo sentir cosas", gimo, mirando sus labios con lujuria cuando los lame. "Deja de torturarme, nena".Los ojos de Shayla se iluminan y se muerde el labio inferior: "Ya oíste a la terapeuta, el contacto sexual está prohibid
Oh, Dios.Se siente bien ser tocada, especialmente por él. Sé que no debería dejar que se acerque tanto a mí porque es demasiado pronto, y nuestra terapeuta también nos prohibió cualquier contacto sexual, pero maldita sea, todo lo que está haciendo, cada palabra que sale de esos preciosos labios, me está volviendo loca. Siento como si hubiéramos retrocedido en el tiempo a cuando nos estábamos conociendo. Supongo que ese era el propósito de este pequeño experimento. Espera un momento. Todavía estoy enfadada con él. Oh, pero la forma en que sus labios se sienten contra mi cuello es razón suficiente para perdonarlo.¡No Shayla! Por esto es que te lastimas. Te entregas a él demasiado rápido, ¡haz que se esfuerce por ti!Mientras los pegajosos dedos de Cole me bajaban lentamente mis pantalones cortos y sus labios se posaban en mi cuello, chupándome el pulso, no podía pensar claramente. Gracias a Dios, suena el timbre de la puerta y mis ojos se abren de golpe al mismo tiempo que la cabeza
"Tenemos que hablar de las despedidas de soltero y de soltera", digo, dirigiéndole a Aimee una mirada mordaz, y ella sonríe. "Y no nos olvidemos de la regla de no tener sexo que nos pusistes a mí y a Cole semanas antes de nuestra boda. Es la hora de la venganza, perra". Aimee y Josh gruñen mientras yo me río. "Sin embargo, Aimee, tenías razón, hizo que nuestra noche de bodas fuera increíblemente especial, y creo que deberían aplicar esa regla a ustedes mismos", les aconsejo entre risas, y Josh me lanza una mirada sucia, sacudiendo la cabeza lentamente. "Será un gran placer para mí mantenerlos separados como dama de honor"."Te odio", se queja Josh, y yo le devuelvo una gran sonrisa. Aimee va a besarlo, y yo les lanzo un cojín justo antes de que sus labios se encuentren, y se apartan, mirándome con desprecio."Ah, ah, no mientras yo esté aquí". Me río, y Cole se ríe cuando Josh me echa para atrás y va a besar a Aimee de nuevo, pero les lanzo otro cojín, y él me frunce el ceño."Cole,
Esa misma noche, Aimee, Josh, Cole y yo paseamos juntos por el paraíso invernal en nuestra "cita". Alaia se quedó en casa con sus dos abuelas, que estaban entusiasmadas por quedarse con ella. El tiempo era frío, como suele ocurrir en diciembre en Londres. Era sumamente mágico, todo estaba hermosamente iluminado, la música navideña sonaba mientras las parejas y las familias se reunían para disfrutar del encanto navideño."Dios, me encanta la Navidad", suspiro emocionada, mirando a mi alrededor sintiéndome como una niña de nuevo. Observo a Cole mientras mira a su alrededor con asombro. "¿No me digas que nunca viniste al paraíso invernal?", pregunto, asombrada, y él sacude la cabeza, mirándome."Yo tampoco". Josh dice y rodea con un brazo a Aimee, que sonríe y se acurruca contra él. Aimee y yo nos miramos y sonreímos."Bueno, Aimee, Jo y yo venimos religiosamente todos los años. Es una de nuestras tradiciones favoritas. Prepárense para sorprenderse, chicos", bromeo. Cole se ríe mientra
"¡Shayla, trae tu hermoso trasero aquí!", grito, riendo mientras la persigo hasta los toboganes de hielo."¡No!". Se ríe y sube los escalones corriendo. La alcanzo en la cima y la atraigo hacia mí antes de besarla cariñosamente."Ey, muévanse, ustedes dos". Aimee declara mientras ella y Josh se deslizan juntos por el tobogán de hielo. "¡Yuujuu!", Aimee exclama mientras se desliza sentada en el regazo de Josh."Vamos". Me siento y coloco a Shayla sobre mi regazo antes de que bajemos juntos por el tobogán y caigamos una vez que lleguemos al fondo. Gruño cuando Shayla aterriza encima de mí, riendo histéricamente."Mi trasero está congelado, pero valió la pena". Se ríe mientras la miro con una sonrisa."Oh, nena, tengo mil maneras de calentarte ese trasero", canturreo y le doy unas nalgadas mientras ella jadea y se quita de encima, con las mejillas rosadas."Cole, hay niños aquí". Se ríe, apartando mis manos de un manotazo cuando la alcanzo. "Deja de andar manoseándome en la primera
"¿Cómo es que...?", Shayla susurra, mirándome de forma interrogativa, sus ojos sobre los míos. Sonrío, sosteniendo su mirada, con mis dedos enredados en su pelo. "¿Recordaste algo?". Asiento lentamente, y ella sonríe, sus ojos verdes brillando con lágrimas. "Oh, Cole...". Gime y me rodea el cuello con los brazos, abrazándome. Rodeo su cintura con mis brazos, la aprieto contra mí y enterrando mi cara en su cuello. "Te amo, amor de mi vida", susurra, y yo sonrío."Vamos", la tomo de la mano, y salimos de la casa encantada y nos reunimos con Aimee y Josh, que ya tenían una mesa y nuestras bebidas. Shayla estaba al teléfono con nuestras madres revisando por quinta vez cómo estaba la bebé. Extraño a Alaia, pero para Shayla, como madre, debe ser aún más duro estar lejos de ella. Shayla vuelve y se sienta a mi lado en la mesa con un suspiro. "¿Alaia está bien?", le pregunto, y ella asiente, sonriendo, frotando sus manos para calentarlas."Sí, está bien. Mamá acaba de darle de comer y ahora