Pestañeando un par de veces, me cuesta un poco darme cuenta que no estoy alucinando, y de verdad lo veo aquí, sentado en la sala de mi casa, esperándome…Todo es muy raro, ya que desde que comencé a vivir aquí no he usado el gran salón ni una sola vez, ni siquiera para comer en el gran comedor, así que verlo ahí, en ese lugar que nunca he usado, se siente tan raro, como si fuera incorrecto.—¿No vas a decir nada? —pregunta él tras varios segundos de incomodo silencio y miradas fijas entre nosotros.—¿Ya regresaste? —es lo único que atino a balbucear, aunque me siento tonta de inmediato, ya que es algo obvio.—Sí, ya volví de mi viaje de negocios —responde él sin inmutarse, bebiendo un poco más de alcohol.—Oh…No sé qué más decir, no había planeado como seria nuestro reencuentro, ¿Qué se suponía que debía decirle en una situación así? Esta es literalmente la tercera vez en toda mi vida que lo veo, y aunque soy su esposa, se siente más desconocido que los empl
—¿Estás hablando en serio? —pregunta él molesto, acercándose aún más a mí.Mi corazón late desesperado, pocas veces lo he tenido tan cerca, de esta forma. Creo que frente a frente es más evidente la diferencia de altura que hay entre los dos, con mis simples 1.60 y sus 1.80 de estatura, me siento diminuta a su lado, con sus fríos ojos azules mirándome fijamente, encolerizados.—N… No es algo malo, no debes molestarte —digo rápidamente, intentando arreglar las cosas.—¿Quieres irte con otro hombre el día que regreso a casa y genuinamente esperas que no me moleste contigo por eso? En verdad, Sophie Chevalier, tienes muy poca vergüenza.Suelto un bufido molesta, intentando controlarme para no hacer algo que podría volver a lamentar.—¿Por qué haces un escándalo tan grande sobre esto? —pregunto comenzando a sentirme molesta yo también— No es algo tan importante, es solo una noche, ¿De verdad estas molesto por que yo haga lo que me prometiste que podría hacer?Le recuerdo todas esas tonter
Al verme entrar en su habitación, Aaron se pone de pie y se acerca a mí, haciéndome sonrojarme y retroceder.—¡Esto fue un accidente! ¡No tengo otras intenciones! —digo rápidamente, cubriéndome los ojos con las manos, intentando mirarlo… Lo menos posible.Maldigo a este hombre que es tan mi tipo, ¿Por qué tiene que ser guapo?Como había dicho antes, tengo una debilidad por hombres cono ojos claros y cabello obscuro, y Aaron cumple con esas características a la perfección, con su cabello obscuro y sus ojos azules como el hielo, es un placer a la vista sin lugar a dudas.Pero debo recordarme a mí misma que él no es alguien a quien deba acercarme, aun si es mi esposo legalmente, Aaron Novikov está fuera de todas mis posibilidades sin duda y debo recordar que es el enemigo, ¡Es peligroso!—¿Estas segura de eso? —pregunta él acercándose aún más a mí.—¡Deja de caminar en mi dirección!Avergonzada, sintiendo su cuerpo casi completamente desnudo acercándose de tal forma hacia mí, por lo que
Aun sintiendo la vergüenza cruzar mi rostro y hacerme sonrojarme sin control, no me atrevo a levantar la mirada para enfrentar a Fred, ya que no quería que él se diera cuenta de que yo estaba mintiendo.—En verdad lo lamento, nunca fue mi intención dejarte plantado, pero mi padre se sintió enfermo y yo no quería dejarlo solo… —me excuse avergonzada.Tenía miedo de como pudiera llegar a reaccionar, en las películas había visto que los hombres hacen un gran drama por este tipo de cosas, que la protagonista no llegue a la cita o los deje plantados.Pero como siempre, Fred es muy diferente a todos los hombres, mejor a cualquier persona de la ficción, ya que cuando me disculpo con él por haberlo plantado y no haber ido a nuestra cita hace un par de días, él solo sonríe con amabilidad.—Descuida, yo entiendo, la familia es lo primero —asegura él con una sonrisa.—Pero planeo compensarte, de verdad, si me das otra oportunidad de salir juntos, yo en verdad…—Tranquila Sophie, está bien, no es
Me mantengo con la mente en blanco, parada en la puerta de la sala, esperando que Aaron me diga que su nueva propuesta “sucia” sea solo una broma, aunque en fondo espero que no sea una broma.—No hagas gran escándalo al respecto —dice él mirándome de reojo—, eres un adulto ahora, seguro sabes que los hombres deseamos ciertas cosas, y si Fred es un hombre como aseguras, él también debe estar buscando otras “cosas” de ti.—E… Él no es así —me niego avergonzada.—¿Estas segura?Me mantengo en silencio y bajo la mirada, porque en realidad no sé si Fred quiere o no llegar a “mas” conmigo, porque ahora mismo me siento tan confundida que ya no sé si yo quiero que él llegue a más de eso.—Ven conmigo, te enseñaré, y te aseguro que no será nada aterrador… —dice Aaron, dando un par de palmadas a su lado en el sofá— Además es mejor que aprendas conmigo, que soy tu amigo, y no llegues en blanco con alguien tan importante como Fred.Sé que puedo negarme, es más, sé que debería negarme… Pero cuando
Así que finalmente llega el día que yo tanto había estado esperando, una semana después de la llegada de Aaron a Paris, Fred y yo finalmente decidimos ponernos de acuerdo y salir a una cita a un restaurante para almorzar algo ligero.Sé que Aaron no está contento, me ha estado “apoyando” todo este tiempo desde que regresó, enseñándome cosas sobre citas y esas tonterías. Pero yo sé que él muy en el fondo tenía la esperanza de que yo no saliera con Fred, y que simplemente lo olvidara.Para su mala suerte yo no planeo dejar ir a Fred, y aunque siento mi corazón algo contrariado por mis sentimientos hacia Aaron, eso no cambia que Fred me siga gustando y que quiera intentar algo con él.—Ya estoy lista —digo animada, caminando hacia la cocina para despedirme de Aaron.Como cada mañana, después de hacer ejercicio, Aaron se encuentra en la cocina preparando su propio desayuno. Tenemos servidumbre que él mismo contrató en la mansión, pero por alguna razón él insiste en hacer ese tipo de cosas
Asustada me encojo en ese asiento del coche, sin poder apartar mi mirada asustada de esa pistola, que Fred estaba apuntando en mi dirección con tanta naturalidad que de verdad daba miedo.—No tienes que hacer esto… —suplico aterrada.—Claro que tengo que hacerlo —responde él calmado, sin apartar la vista del camino—, me están pagando una jugosa cantidad de dinero por hacerlo, seguir el plan de mi cliente me dará mucho dinero.¿Quién es este tipo? Fui demasiado tonta, una ilusa, ahora me siento tan culpable por haber creído en él, tan tonta que mi corazón duele de verdad.Mi padre siempre me lo advirtió: No confíes en extraños, no importa lo que te digan o como se vean, siempre serán extraños… Y yo confié en Fred.Supongo que debió ser obvio para mí, como él fue el primero en hablarme en un lugar tan concurrido como una cafetería, lo interesado que se mostró en mi desde el primer segundo, la manera en la que insistía para pasar tiempo a mi lado, e incluso esta conveniente cita. Sé que
No puedo evitar sonreír con esperanza, ya que saber que Aaron o sus hombres estaban ahí para salvarme era un alivio.Sin embargo, esa sonrisa rápidamente se desvanece de mi rostro cuando veo a Fred, quien furioso se acerca a mí con pasos rápidos, y tomándome del cuello me empuja contra una pared, haciéndome quejarme por lo mucho que había dolido sentirlo hacer eso.—¿A quién demonios llamaste? —preguntó él de forma agresiva.—No puedo… Respirar… —me quejo intentando empujarlo y alejarlo de mi cuerpo.—Fred, detente —escucho que ordena “el jefe”, logrando controlar a ese idiota agresivo.De mala gana y soltando varios improperios, Fred suelta mi cuello y retrocede, regresando al lado de su jefe para hablar con él en susurros, probablemente planeando o preguntándose que iban a hacer ahora.Yo por mi parte me desplomo de rodillas en el suelo, tosiendo desesperada, mientras toco mi cuello con las manos y me siento muy adolorida. Fui agraviada de una forma realmente dolorosa, nunca creí qu