El camino al hospital fue mas largo de lo que creía, no se en donde estamos porque vendó mis ojos para no ver el camino, quería tenerme lo mas controlada posible, creo que sospecha que haré algo para escapar y no quiere correr ningun riesgoal llegar los dolores iban en aumento y muchisimo, solo quería bajar y gritar a todos que necesitaba ayuda pero apenas estacionó me tomó por el cuello sacando la venda amenazandome— Tranquila y todo saldrá bien — Restregué mis ojos y mire a mi alrededor para ver si reconocía algo, pero no… ni siquiera era un hospital o clínica, mas bien era un centro asistencial tan pequeño que no sabia si podría escapar de aquí, o pedir auxilio a gritos porque que el podía matarlos a todos en un momento. — ¿Dónde estamos?— Eso no importa ahora, solo escúchame bien Amalia. Te caíste por las escaleras mientras bajabas el canasto de ropa sucia, por eso tienes esos moretones en las piernas y brazos, te resbalaste y no tenías como avisarme, vivimos en un lugar alej
El cansancio pudo mas conmigo y me dormí, no se por cuanto tiempo pero ya no podia mas. Espere demasiado tiempo que el se durmiera para poder hacer algo y conseguir ayuda, pero el se mantuvo despierto y vigilandome en todo momento, se comportaba tan agradable con las enfermeras que hasta le traian la comida al cuarto en el que estabamos. No habia tenido posibilidad de hablar con nadie y el jamas lo iba a aceptar. Volví a cerrar mis ojos para seguir durmiendo cuando una voz conocida se escuchó en la sala, alguien que desearia no volver a ver nunca mas en mi vida.— miren, quien sigue con vida — que hace usted aquí, como se atreve a venir luego de todo lo que ha echo— vine a corroborar que nunca más te aparezcas en la vida de mi familia, que desaparezcas de una vez por todas.— eso jamás va a ocurrir, Usted pagará todo lo que nos ha hecho, no dejaré que siga dañando a mi familia.— ¿tu familia? ¡Esa es mi familia! — Amenazó en voz baja — y jamás serás parte de ella — iba a responder
No sé qué día era, solo que estaba despierta y al mirar a un costado benjamín estaba ahí, no podía creerlo, a los pies de mi cama había un bolso y en la mesita de noche estaba mi ficha clínica. Estaba segura que la enfermera me había escuchado cuando le dije que estaba secuestrada, porque no hizo nada para ayudarme y sacar a este monstruo de aquí.Mis esperanzas se habían acabado, si no lo hacía yo nadie más lo haría. Mire a un costado y tiré de las agujas que me mantenían conectada y las deje a un lado, presione sobre el lugar donde estaban puestas por unos segundos deteniendo la sangre y continué destapándome con mucho cuidado, lo miré y seguía durmiendo, a penas puse el primer pie en el piso sentí un dolor en mi vientre bajo, lo tomé me detuve un momento, respirando hondo tratando de que se calmara un poco, sin esperar demasiado comencé a caminar a la puerta, puse la mano en el pomo y sus ojos se abrieron— que haces hija de puta — su voz casi me paraliza, pero recordé que soy yo o
— Lea pero que pasa, soy yo, Amalia. Pareciera que viste un fantasma— Madre santa me estoy volviendo loca, Usted está muerta, ¿como puede estar aquí?— ¿Lea por dios, estas borracha? ¿Te pegaste en la cabeza? De que estas hablando, estoy aquí, estoy viva y quiero ver a mi esposo— Yo estuve en su funeral señora... Yo misma la lloré, por largos días, la enterramos, como puede ser esto posible que este aquí ahora, que me esta pasando… ¿realmente estaré borracha? Solo fue una copa de vino.— De que hablas Lea, estoy aquí, estoy mas que viva, no estés jugando conmigo por favor— se lo juro que no juego — comenzó a llorar mirándome como si fuera un fantasma — todo lo que le digo es cierto, nosotros la enterramos, yo estuve ahí — Dijo muy abrumada — y yo también hablo muy enserio, por dios tócame si necesitas, estoy aquí, estoy viva.— Dios mío. — entra y se sienta en el sofá tomando su cara entre las manos, mirándome una y otra vez, esta blanca y su cuerpo tiembla, miro a mi alreded
Se perfectamente a donde ir, el único lugar donde fuimos felices, nuestro lugar donde estábamos alejado de todo y todos, solo nosotros. Conduzco lo más rápido posible, porque Sabía que ese lugar podría… podría no, estoy mas que segura que es la playa escondida, nuestro lugar. Ni siquiera tenía teléfono para poder llamar a Juan y verificar que Luka estaba bien y estaba ahí con él y no cometa alguna locura. Intento alejar los malos pensamientos de mi cabeza y concentrarme en encontrarlo, había salido hace menos de 20 minutos y creo que podría alcanzarlo, debo alcanzarlo.Al llegar frené fuertemente lo que hizo que Juan saliera a mirar, salí del auto y pude ver estacionado más adelante el de Lukal, sabía que estaba aquí.— Virgen santísima, madre mía pero que me está pasando Dios mío… Usted está muerta… será que me volví loco — estaba pálido y su frente estaba transpirada— Para todos es una sorpresa Juan, hasta para mí misma, lo sé, pero no es momento de explicaciones y mucho menos aho
RELATADO POR LUKA (Día de la inauguración)Nuestra noche estaba siendo perfecta, veía como ella estaba reluciente, su cara reflejaba la mas pura felicidad, había anhelado verla así desde hace mucho tiempo.Desde el primer dia que la conocí supe que ella era la indicada, y mas aún cuando a pesar de mis errores volvió a mi lado.Esta era su gran noche y no quería que se viera empañada por nada, hacer esto por ella, que volviera a tener a su amigo con ella, su restaurante, la expansión por la que tanto habia luchado, me llenaba de felicidad.Ya llevabamos varías horas cuando mi teléfono suena, creía que lo había dejado desconectado, pero al parecer no. Miré la pantalla y salía el nombre de mi padre, debía ser importante y pidiendo permiso me alejé hasta un pasillo, lejos del bullicio.— Padre, dime.— Hijo, no me siento muy bien, necesito que vengas a casa porfavor— ¿Como que no te sientes bien? a que te refieres— tengo un dolor en el pecho, muy fuerte... Me cuesta... un poco hablar —
POR LUKA.Los días pasaban y no fuí capaz de ir a la morgue a retirar el cuerpo de Amalia, simplemente no me sentía con las fuerzas suficientes para verla ahí, quería que en mi memoria solo quedara su sonrisa, su mirada, queria que su voz quedara grabada en mi cabeza para que cuando cerrara los ojos pudiera sentir que estaba a mi lado, que nada de esto había sucedido.Estaba en el cuarto de hospital sentado al lado de la camilla de mi Madre, ella poco a poco se recuperaba y cada dia tenía mas fuerzas, solo quería salir de aquí, nunca a soportado los hospitales. Tenía mis manos entrelazadas por delante y miraba el piso, pensando en cada detalle de ella, en todos nuestros sueños, nuestras metas... Nuestra familia. Mi pequeña Alessia, mi bebe... El dia del accidente entre a ese cuarto en el cual quedaron todos nuestros sueños estancados. Pude ver su cuna vacía, abrí cada cajon mirando su pequeña ropita, las lágrimas no paraban de salir. Justo enfrente estaba la última ecografía que se h
NARRADO POR LUKAMi madre se ocupó de todo, busco la capilla mas bonita, eligió la urna, las flores, quería que ella estuviera en el mejor lugar, acompañados por los que la amaban. Pero yo no pude ayudarla, no me sentía capaz siquiera de ver como la metian en esa caja, como acomodaban cada flor a su alrededor, su fotofrafia justo atrás, su amigo Daniel a un lado... era demasiado para mi. — ¿Luka? — Oí una voz proveniente de la entrada de la capilla, miré y era la señora María, la madre de Amalia. comenzó a caminar lentamente y podía ver como sus ojos estaban hinchados y enrojecidos de tanto llorar. Llegó frente a mi y simplemente no pude decir nada, y solo me abrazó. — Mi hija... Mi Ami... debí ser una mejor madre para ella, debí estar presente acompañándolas. — Nada de esto es su culpa— El último recuerdo que tiene de mi es volviendo con Leónidas, dejándola sola nuevamente, eligiendo a alguien mas antes que a ella... Nunca pude pedirle perdón. — Se alejó de mi y caminó hasta la u