"No, no lo permitiré. Han pasado tantos días y necesito llevar a mi esposo a casa".

De repente, la dulce voz de una mujer se escuchó desde la puerta del sótano.

Madeline miró y vio a Yvette ignorando al agresivo guardaespaldas, mientras entraba tranquilamente.

Felipe vio la repentina aparición de Yvette y la expresión de sus ojos cambió.

Él incluso sintió que su corazón comenzaba a latir erráticamente.

A Yvette no le importó la mirada de Felipe. Ella caminó hacia Jeremy, y cuando vio la sangre en su espalda, su expresión cambió. “Jeremy, estás herido. Te llevaré al hospital, ahora”.

Yvette tiró de él, pero Jeremy se negó a soltar la mano de Madeline.

Cuando Madeline vio la determinación en sus ojos, ella le apartó la mano. “Jeremy, vete ahora. No hagas que tu prometida se preocupe por ti".

"La Sra. Whitman tiene razón. Jeremy, vámonos". Yvette miró a Jeremy, notando que sus ojos habían estado sobre Madeline, todo ese tiempo.

Yvette no quería perder más tiempo. Ella agarró el b