Mirando fijamente su rostro fruncido, Jeremy curvó los labios. "¿Cómo voy a ser tan atrevido para burlarme de mi tía?".

Él caminó hacia ella. "Terminé mi reunión, hace mucho tiempo. Es solo que te vi durmiendo, así que habría sido bastante inconveniente despertarte".

Después de escuchar lo que él tenía que decir, Madeline sintió que ella era la culpable.

Al ver a Madeline soñando despierta, Jeremy se quedó mirando la manta a la que se aferraba Madeline.

"Tía, por favor, no vayas a hacer suposiciones absurdas de que he sido yo quien te ha cubierto con esta manta. Fue la chica de la recepción quien lo hizo. No es asunto mío".

Él negó que el incidente tuviera algo que ver con él. Sus ojos no mostraban ningún signo de preocupación hacia ella ni se podían encontrar rastros de que la extrañaba.

Madeline agarró la manta con fuerza y sonrió. "Parece que realmente lo he entendido mal. Si es el caso, ¿podría reservar una cita, Sr. Whitman? No quiero perder mucho tiempo, solo en su caso".