Jeremy sacó su teléfono apresuradamente y abrió la copia electrónica del resultado de la prueba de paternidad que había guardado.

“Linnie, mira. Esta es la prueba de paternidad que me hice con Lily. Ella es nuestra hija". Él sostuvo el teléfono frente a Madeline, para demostrar que estaba diciendo la verdad.

Madeline bajó los ojos, su visión rápidamente se nubló por las lágrimas.

"Linnie, ¿lo ves?", Jeremy preguntó con cuidado.

Sin embargo, en el momento en que él terminó de preguntar, Madeline levantó la mano y la apartó.

El teléfono cayó al suelo mojado, con un fuerte golpe. Luego, la pantalla se rompió en millones de pedazos.

Jeremy sintió que su corazón también se rompía, al mismo tiempo.

Madeline lo miró con frialdad. "No quiero volver a verte".

Su tono era firme y ella se alejó sin voltearse.

Jeremy se quedó quieto, desanimado. Mientras él miraba su fría espalda, las lágrimas escaparon de las comisuras de sus ojos.

En la pantalla rota, esa hermosa sonrisa invadió su vis