Cuando él la llamó por su nombre, la ternura en los hermosos ojos de Madeline desapareció en un instante y fue reemplazada por un borde espinoso.

"¿Eres tú?". Ella miró a Jeremy con una expresión seria y de incertidumbre en sus ojos. "¿Dónde estamos? ¿Por qué me trajiste aquí?".

Cuando Jeremy escuchó lo que dijo, él comprendió de inmediato que Madeline había cambiado su identidad, la identidad que no lo tenía a él en sus recuerdos.

Era obvio que esta identidad suya no tenía los recuerdos de su identidad anterior. De lo contrario, ella no lo miraría con tanta frialdad.

Si ella los tuviera, ella recordaría que se habían llevado muy bien, durante los dos últimos días.

La breve alegría de Jeremy, se fue como los fuegos artificiales floreciendo en el cielo. Después de la explosión, solo quedaba una frialdad helada.

Aturdida, Madeline soltó sus manos, se giró y se alejó.

Jeremy volvió a sus sentidos y se apresuró a alcanzarla. "Linnie, ¿a dónde vas?".

"No me llames así. No somos tan