Este era el sexto año.

Seis años pasaron, en un abrir y cerrar de ojos.

Madeline apoyó el dedo en la cerradura de huellas dactilares y abrió la puerta del apartamento. En ese momento, sus pensamientos divagarón. Recordó cómo fue encarcelada injustamente y cómo fue torturada, durante todos esos años allí.

No podía olvidar cómo fue inducida a la fuerza a dar a luz, por aquellas reclusas, en esa noche de tormenta.

¿Cómo podría olvidar que al día siguiente era el cumpleaños de su hijo?

Sin embargo, este año sería diferente porque no lloraría ante su tumba vacía.

Sabía que su hijo no estaba muerto.

"Mami, mañana es mi cumpleaños", dijo Jackson. Su voz, tan clara como las campanas, devolvió a Madeline a la realidad.

Se quedó ligeramente sorprendida y no pudo reprimir el dolor de su corazón.

Jackson era el hijo de Meredith y Jeremy. Lo irónico era que su hijo había nacido el mismo día que Jackson.

"Mami, mañana celebrarás mi cumpleaños conmigo, ¿verdad?". El pequeño tiró de la esq