Por supuesto, Madeline no la soltaría. Ella ignoró las palabras de Ava. En cambio, preguntó con preocupación: "Ava, ¿realmente no puedes caminar en absoluto?".

"Sí, ya no puedo caminar. No tengo energía y me duele mucho". Ava frunció el ceño, casi sin poder levantar la cabeza. "Maddie, escúchame. Puedes irte ahora. Esther está más loca que Naya. Realmente puede hacer cualquier cosa".

"Entonces es aún más imposible para mí dejarte aquí para que te enfrentes sola al peligro", Madeline dijo y levantó a Ava con aún más fuerza. Cuando escuchó los pasos apresurados detrás de ella, Madeline tuvo que tomar una decisión inmediatamente: "Ava, aguanta un poco".

"Maddie...".

Ava gradualmente comenzó a desmayarse, pero sus pies aún seguían a Madeline.

Después de que los dos hombres se lavaran los ojos, fueron los primeros en perseguir a Madeline y Ava. Mientras tanto, Esther estaba siguiéndolos de cerca. Pero, después de salir corriendo del edificio, descubrieron que los edificios de alrededor