La madre de Daniel se congeló por la sorpresa. "Dan, ¿de qué estás hablando? ¿Crees que Naya se estrelló deliberadamente contra ese coche para suicidarse y así ganarse tu simpatía?".

"Ella no quería ganarse mi simpatía. Quería matar a la persona que iba en el otro coche". La expresión de Daniel se tornó más y más solemne. "La persona que me trajo de vuelta hace un momento fue Ava".

"... ¿Qué? ¿Ava?". La madre de Daniel lo miró asombrada, pero, poco a poco, comprendió lo que Daniel quería decir.

El coche que Ava conducía hace un momento era del mismo modelo y del mismo color que el coche que fue golpeado por Naya. Naya debió pensar que Ava conducía ese coche, así que...

"Dan, ¿t-te has equivocado? ¿Cómo podría Naya hacer tal apuesta con su propia vida?".

"Entonces, ¿también crees que ella no habría intentado suicidarse por mí? Ya sabías que podría haber montado un espectáculo cuando afirmó que había intentado suicidarse por sobredosis, ¿no es así?", preguntó Daniel en tono cortant