En comparación con su alegre y hermosa imagen en internet, Chloe solo podía ser descrita como sombría y demacrada ahora. Había perdido por completo su energía de antes.

Ella y el delincuente estaban de pie frente al banquillo de acusados mirando al suelo, ambos con un aspecto apático y desesperanzado.

Como Chloe había admitido que había contratado al delincuente y él también admitió haber estropeado los frenos, fueron condenados rápidamente.

Sin embargo, después de ser condenada y saber que estaría encarcelada durante los próximos siete años, Chloe levantó la cabeza de repente. No pudo mantener más la calma.

“¡Quiero apelar! ¡Tengo que apelar!”, gritó Chloe histéricamente. “¡Solo fingí prometerle a Naya que conseguiría que alguien estropeara el coche de Ava, pero le dije a este hombre que no lo hiciera! ¡No pensé que él realmente lo haría! No soy la autora intelectual de este crimen, y el accidente de coche no tiene nada que ver conmigo. ¡Soy inocente!”.

“¡Silencio!”, el juez golp