Ava no esperaba conocer a una amiga tan sincera y buena aparte de Madeline.

Aunque todo esto era un desastre, lo que dijo Maisie la hizo sentir mucho mejor.

La hizo sentir que no estaba sola.

Cuando Ava llegó al salón de fiestas, los invitados, la familia y los amigos estaban muy animados, ya que el maestro de ceremonias estaba amenizando el ambiente.

Todos estaban deseando ver a Daniel y a Naya intercambiando sus anillos de boda, y por supuesto, abrazándose y besándose.

Aún así, Daniel no tenía intención de hacer eso durante la ceremonia. Además, recordó que Naya todavía no había elegido un anillo que le gustara, así que podían saltarse esa parte.

Sin embargo, ocurrió algo que Daniel no esperaba. La dama de honor que Naya había invitado les entregó de pronto una exquisita caja de anillos de terciopelo.

Una que tenía un aspecto familiar.

Mientras él seguía aturdido, la dama de honor abrió la caja de anillos de terciopelo.

Bajo las deslumbrantes luces, el anillo de diamantes br