Con el corazón roto, Shirley llamó a Carter y luego, con algo de fuerza, volcó la silla de ruedas y cayó sobre el cuerpo de Carter.

Al ver esto, Madeline corrió hacia Shirley inmediatamente, tratando de ayudarla a levantarse.

“Shirley, deberías levantarte”.

“¡No, no me levantaré!”. Shirley abrazó obstinadamente el brazo de Carter.

“Su vida no corre peligro, Shirley. Tienes que cuidar tu cuerpo”, la consoló Madeline.

Sin embargo, Shirley seguía sin soltarlo. Ella lloró y sacudió la cabeza. El inconsciente Carter era la única persona en el mundo para ella.

“Eveline, no sentimos esto de la misma manera. No te importaría incluso si él muere, pero a mí sí”.

“¡A mí también me importa!”. Madeline enfatizó.

Shirley se sorprendió al escuchar esto. Miró a Madeline con sospecha y vio la expresión solemne en el rostro de Madeline.

“Carter escondió a Jeremy en alguna parte y quiero saber dónde está Jeremy. Así que, al igual que tú, espero que Carter no esté en peligro".

Después de escucha