Después de que la llamada se colgara de repente dos veces, sintió que algo le había sucedido a Lillian.

Pensó confundido mientras conducía el coche cada vez más rápido. Sin embargo, no se dio cuenta de que un coche lo había estado siguiendo todo este tiempo.

Aproximadamente veinte minutos después, Fabián finalmente llegó a su destino.

El edificio de apartamentos estaba decorado de forma sencilla, estaba ubicado en un rincón relativamente remoto del suburbio. Algunas de las cámaras de vigilancia en los tramos de esta carretera eran viejas y estaban dañadas, por eso no había podido encontrar este lugar antes.

Rápidamente corrió a la Unidad 902 que Shirley mencionó, y luego levantó la mano para llamar a la puerta.

“Lily, Lily, ¿estás dentro? ¡Es Fab!”.

Fabián anunció quién era, pero no hubo respuesta.

Ansioso, Fabián golpeó con más fuerza, pero con tanta fuerza, la puerta frente a él se abrió de un empujón.

La puerta del apartamento no estaba cerrada.

Fabián empujó la puerta para