En la habitación del segundo piso.

Shirley manejó la silla de ruedas hasta el balcón y Jeremy la siguió hasta que ella se detuvo.

Si esto fuera en el pasado, Jeremy nunca estaría a solas con Shirley, y mucho menos la escucharía. En el presente, había dejado de lado sus prejuicios contra ella y le tenía un poco más de confianza.

"Sabía que vendrías, pero no esperaba que vinieras directamente a la Mansión Gray de esta manera".

Shirley suspiró. Levantó los ojos, teñidos de envidia, y miró a Jeremy.

"Eveline tiene mucha suerte de tenerte para cuidarla, para preocuparte por ella".

Cuando Jeremy escuchó esas palabras, sintió un dolor en el corazón. Lamentó no haber sido capaz de darle a Madeline completa felicidad y amor desde el principio.

Jeremy podía ver que Shirley ya no tenía ese filo sobre ella, pero no quería perder el tiempo en charlas inútiles.

"No creo que sea esto de lo que quieras hablar conmigo ahora que me has traído aquí". Jeremy fue directamente al grano. "Puedes deci