"¿No puedo tener un bebé sin hablar con él?", preguntó ella con un tono perezoso, y su expresión era indiferente.

Adam frunció el ceño. "¿Puedes ser respetuosa cuando me hables?".

"Ja". Shirley se rio. "Parece que eres tú el que se niega a hablarme con respeto, Adam."

"...".

Adam se quedó sin palabras por un momento.

Era verdad que él había hecho que Shirley la pasara mal durante este período.

Sin embargo, eso se debió a las acciones y actitud de ella, las cuales él había encontrado muy decepcionantes.

Él recordó lo hermosa, valiente y fuerte que había sido su hermana una vez.

Sin embargo, ella se había convertido en una herramienta de sangre fría e inhumana que dañaba a las personas.

Él no podía aceptar esta versión de ella.

"Sé lo que vas a decir, Adam. Si no puedo quedarme con este niño, que así sea. No es que me importe, de todos modos".

El tono de Shirley era de desdén. Ella sonaba tan indiferente, como si estuviera hablando de tirar la basura.

"Es imposible para