Tras decir eso, Carter se dio la vuelta y se marchó con un comportamiento despreocupado.

Madeline, quien miraba la espalda de Carter mientras este se alejaba con tanta firmeza, se sintió ligeramente inquieta.

Ella sintió que el pecho se le oprimía al ver el frasco de reactivo antitoxinas destrozado sobre la nieve.

Al notar los cambios en el estado de ánimo de Madeline, Jeremy, cuyo rostro era sorprendentemente feliz, la tomó de la mano y la consoló.

“Linnie, sé que estás preocupada por mí, pero tu estado es más urgente ahora. Aunque el veneno de mi interior me afectara, no sería un gran problema con Adam cerca. Sin embargo, tu caso es diferente. Carter nunca te daría de verdad el reactivo antitoxinas”.

Madeline no podía negar que Jeremy tenía razón. No obstante, seguía bastante disgustada al ver el frasco destrozado.

Una vez que Carter se marchó, Madeline y Jeremy volvieron a la habitación de invitados.

Jeremy examinó el estado de la habitación e inspeccionó el charco de sangre