"Está bien...".

Madeline respondió débilmente. En ese momento, ella sintió como si olas frías estuvieran chocando furiosamente contra ella. Era como si hubiera caído en un lago helado donde se hundía lentamente. Aquella sensación que penetraba en los huesos estaba a punto de ahogar todos sus sentidos.

"Tengo mucho frío...".

Madeline murmuró.

Jeremy envolvió a Madeline rápidamente con la manta y, al mismo tiempo, aumentó la temperatura del aire acondicionado. Sin embargo, Madeline seguía temblando descontroladamente.

Aparte de sentir pena por ella, Jeremy no podía hacer nada. Esta sensación de no ser tan capaz como deseaba lo hizo sentirse angustiado y nervioso.

Jeremy se tranquilizó y extendió la mano para acariciar la mejilla de Madeline. La consoló con una voz suave.

"Linnie, aguanta. Llamaré a Adam ahora. Saldrás de esta".

"De acuerdo...". Madeline parpadeó.

Ella sabía que sería capaz de salir adelante.

Además, Shirley le había dicho que no iba a morir. Lo único que ella t