En el restaurante del hotel.

Carter sostenía la copa de vino, contemplando la vista nocturna por la ventana con una expresión fría.

Un rato después, se escuchó el sonido de unos tacones altos acercándose.

Sin mostrar ninguna emoción, él tomó un sorbo del vino tinto y sacó con tranquilidad la pequeña bola de cristal que llevaba encima. La sostuvo en la palma de la mano y jugó despreocupadamente con ella.

"Carter". Entonces llegó la encantadora y suave voz de la mujer.

Sin molestarse en girar la cabeza, pronunció fríamente una sola palabra: "Siéntate".

La mujer curvó sus labios rojos para formar una leve sonrisa halagadora y se sentó frente a Carter. "Carter, ya he cumplido con la misión. ¿Estás satisfecho?".

La voz de la mujer fue seguida por un momento de silencio. Entonces, Carter habló fríamente.

"¿Sientes algo por Jeremy?". Su tono era frígido. "Shirley, fui yo quien te dio esta clave. Será mejor que no olvides lo que debes y no debes hacer".

Al escuchar las palabras de C