Esa respuesta de Madeline fue como una cura para la herida de Jeremy, quien de repente sintió que valía la pena tenerla aunque le doliera.

Él levantó la mano naturalmente, y las frías yemas de sus dedos se posaron en la mejilla de Madeline.

Madeline se detuvo. No se resistió. En su lugar, se limitó a moverse rápidamente para envolver el tobillo con la gasa antes de guardar el botiquín.

"Ven conmigo".

Ella se levantó mientras hablaba. Bajo la tenue luz, encontró con precisión la puerta.

Jeremy comprendió lo que Madeline quiso decir. Ella iba a sacarlo de ese lugar.

Aunque la expresión de Madeline era muy fría e indiferente en ese momento, Jeremy no lo pensó más.

Madeline pasó por alto los lugares por los que podrían pasar las criadas que aún estaban despiertas y condujo a Jeremy a la puerta trasera.

"Vete ya". La actitud de ella seguía siendo muy fría y decidida.

Jeremy asintió muy obedientemente esta vez. "Está bien, me iré ahora mismo, pero Linnie, no dejaré que sigas quedánd