Carter se sentó tranquilamente en el escritorio y observó a Madeline, quien estaba tumbada en la cama en silencio. Sus largos dedos jugueteaban con el bolígrafo de grabación.

Después de encender el interruptor, el bolígrafo de grabación repitió estas frases: "Jeremy, ya estoy en casa. Mi teléfono se está quedando sin batería. Te veré más tarde".

Después de escucharlo unas cuantas veces, Carter tiró el bolígrafo de grabación a un lado.

Él luego agarró un libro de psicología que estaba sobre la mesa. Cuando se disponía a leerlo, notó a través del rabillo del ojo que Madeline, quien se encontraba en la cama, se estaba despertando.

Él cerró el libro, y las yemas de sus dedos redondos se deslizaron a lo largo del libro sobre la hipnosis. Él se acercó a un costado de la cama.

"Eveline".

Él pronunció el nombre de Madeline en voz baja.

Madeline frunció las cejas. Ella quería abrir los ojos, pero parecía que estaba atrapada en un sueño profundo.

"Eveline, imagina una gigantesca bola de